La musiquilla ya prejuzga como va a ser percibida esta curiosa escena en la que se muestra cómo el presidente de la República Checa, Vaclav Klaus, “le roba” un bolígrafo su homólogo de Chile, Sebastián Piñera, durante una reciente rueda de prensa desde Santiago.
Total un bolígrafo aunque sea de oro, no es mucho, y estamos tan acostumbrados a la forma de actuar de los políticos, que para una vez que se pilla a uno in fraganti, nos descojonamos.
Si bien legalmente no parece algo demasiado serio, lo cierto es que esto debería bastar para que ese presidente tuviera que dimitir. No hace falta juzgarlo como persona, como político no sirve. Los únicos que podemos exigir a los políticos somos los ciudadanos, y si no lo hacemos estamos alimentando nuestra propia ruina económica.
La desvergüenza, y la desfachatez, es la antesala del expolio de las arcas públicas.
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