La respuesta breve es sí. Se llama vejez. Tenía pendiente abordar esta cuestión desde que publiqué un artículo sobre una noticia aparecida en neoteo.com que comentaba un descubrimiento muy importante. Logran revertir el envejecimiento. Ya expliqué entonces que no podía estar de acuerdo con la calificación de accidente biológico para la vejez, y ahora me toca justificarlo.
¿Puede considerarse la vejez como un hecho casual o accidental?
La vejez no es un accidente biológico sino un mecanismo muy útil que permite avanzar mucho más rápido a la evolución.
Desde un punto de vista evolutivo, los individuos no somos importantes. Lo importante es la especie.
Una especie es un conjunto de individuos que tienen intercambio genético entre ellos y que por esa razón, evolucionan de forma conjunta. El mecanismo que hace que una especie de lugar a otra diferente se llama especiación. Esto ocurre cuando una parte de la población se aísla del intercambio genético del resto de la población y continua inevitablemente su evolución por un camino diferente de la otra parte de la población.
¿Existe la inmortalidad?
Hablando con propiedad, la inmortalidad no existe. Cuando hablemos de inmortalidad no nos referiremos a la imposibilidad de morir, ya que eso no existe, sino a la posibilidad de vivir de forma ilimitada en el tiempo mientras las condiciones sean propicias y sin que por ello aparezcan los fenómenos degenerativos que conocemos como envejecimiento.
Los organismos unicelulares no envejecen nunca. Es decir, en ellos los padres son igual de jóvenes que sus hijos. Los organismos pluricelulares, por el contrario, sí. Estos no son simples agregaciones de células equivalentes. Esto sería una simple colonia.
Un organismo pluricelular contiene diferentes clases de células, cada una de ellas especialidada en una función diferente.
¿Por qué los hijos son más valiosos que los padres para la evolución?
Los individuos menos valiosos para la evolución ocupan un espacio que necesitarían para sí otros individuos más valiosos. Los recursos son limitados y es lógico que se favorezca a aquellos que tengan mayores probabilidades de perpetuar la especie.
En este sentido, cada padre contiene una determinada combinación genética. De ella derivarán diversas combinaciones genéticas instanciadas en cada uno de sus hijos. Esto facilita encontrar una combinación que supere en valor adaptativo a la de sus progenitores.
La evolución es un mecanismo de prueba y error, y para volver a probar, hay que ir descartando lo que resulte menos interesante desde un punto de vista de adaptación al medio. Esta es la clave de la evolución.
Por esa razón los animales nacemos con una fecha de caducidad en nuestro código genético. La células somáticas (corporales) van envejeciendo, pero nuestras células reproductivas mantienen toda la potencialidad de continuar viviendo, aunque para ello tendrían que complementarse con otra célula reproductiva del sexo opuesto.
Como ya hemos dicho, cada nueva recombinación de genes representa un ensayo probabilístico.
Si consideramos que la probabilidad de que dos combinaciones de genes diferentes tengan exactamente igual valor adaptativo, podríamos afirmar que la probabilidad de que un hijo herede una combinación de genes algo mejor que la que tenía uno de sus padres sería más o menos del 50%. Igualmente podríamos asegurar que la probabilidad de que sea algo mejor que la de cualquiera de sus progenitores sería del 25%.
Esto unido al hecho incontrovertible de que las combinaciones desfavorables van siendo cribadas por la selección natural, indicaría desde una óptica probabilística, que a cada nueva generación se va produciendo una mejoría en la capacidad de adaptación de los individuos al medio. Esto hace recomendable desechar a los progenitores una vez que han cumplido con su cometido de procrear y asegurar una descendencia.
¿Cómo se produce la evolución a nivel molecular?
Un gen es una unidad funcional heredable. Cada gen está codificado en el ADN y es reponsable de la síntesis de una proteína que puede tener una utilidad para el organismo.
El motor de la evolución a nivel molecular son las mutaciones. Estas no son combinaciones nuevas de genes, sino cambios que hacen cambiar a los propios genes originando genes nuevos. Generalmente la inmensa mayoría de las mutaciones son desfavorables (el gen deja de producir una proteína funcional) y por ello estos genes desfavorables terminan desapareciendo de la población por selección natural. Decimos que las mutaciones son el motor de la evolución a nivel molecular, porque unas pocas mutaciones introducen alguna mejora que supone una ventaja para los animales portadores de la mutación, y la selección natural se encarga de perpetuarlas.
Los genes pueden duplicarse de forma aislada o en grupo por efecto de una mutación. Si un gen duplicado se vuelve afuncional, quedaría suplido por el gen original, y con ello después de varios cambios, podría dar origen a alguna nueva proteína que aporte una funcionalidad nueva.
Podemos asegurar que la vejez ha sido una funcionalidad adquirida, porque no existía en los organismos unicelulares.
Una mutación ventajosa en un organismo asexual tiene muy pocas posibilidades de expandirse. La muerte en los organismos con reproducción sexual deja paso a generaciones que pueden traer mejoras a la especie. La vejez es un gran invento para la especie.
Reproducción vegetativa en animales:
En animales la primera diferenciación celular importante consiste en dos tipos de células. Las de la línea reproductiva (línea germinal) potencialmente inmortales, y las de la línea corporal (línea somática). Estas últimas tienen su fecha de caducidad programada en su ADN. Es lo que ocurre en las células de nuestro cuerpo.
En un animal que pierde todas las células de la línea germinal resulta difícil de concebir que se recupere la condición de procrear. Ello supondría recuperar la condición de inmortalidad en alguna célula somática.
La medusa turritopsis nutricula es el único animal conocido que tiene una capacidad de transdiferenciación ilimitada: revierte su proceso de envejecimiento ya que regenera todo su cuerpo de forma sistemática. turritopsis nutricula.
Algunas estrellas de mar también pueden reproducirse completamente a partir de un fragmento como por ejemplo un brazo, algunas incluso pueden hacerlo aunque ese fragmento no incluya parte alguna de la estructura central. Son potencialmente inmortales.
Los organismos que tienen la capacidad de regenerarse completamente a partir de una parte, se puede decir que no mueren. Esta forma de reproducción se llama reproducción vegetativa que es un tipo de reproducción asexual. En los organismos pluricelulares que pueden usar alguna forma de reproducción asexual, también pueden usar la reproducción sexual que es la que otorga mayores posibilidades de evolucionar a la especie adaptándose a su entorno.
La reproducción sexual es mucho más importante en las especies más evolucionadas que generalmente solo pueden usar esa forma de reproducirse.
Reproducción vegetativa en vegetales:
Los vegetales tienen generalmente reproducción sexual, pero también pueden regenerarse por esquejes. La planta esquejada será un clon de la planta podada para la obtención de esquejes. Con frecuencia basta con enterrar en tierra húmeda un trozo del tallo de una planta.
Cuanto más se favorezca la aparición de clones en una especie, menos oportunidades tendrá para evolucionar.
Tampoco es interesante una longevidad excesiva, porque los viejos estarían ocupando un lugar que necesitan los más jóvenes para prosperar, y los jóvenes por ser resultado de la combinación sexual ofrecen oportunidades más valiosas para la evolución.
El Gynkgo biloba:
Ya hemos mencionado que las especies que no envejecen tampoco evolucionan sensiblemente. Un caso notorio es el arbol Gynkgo biloba, se cree que algunos ejemplares han vivido más de 3000 años, y no se conocen enfermedades degenerativas que puedan calificarse de envejecimiento en estos arboles que se cree terminan muriendo por motivos accidentales.
Su longevidad en parte se debe a que contienen unos potentes antioxidantes que se usan en medicina con efectos beneficiosos en la salud humana.
Su longevidad tiene un alto precio para esta especie porque apenas han evolucionado en 270 millones de años. Sus parientes no sobrevivieron. Es originario de China.