No me parece un asunto menor el hecho de que se solicite la extradición de Julían Assange sin haber sido acusado formalmente, además esto lo hace un fiscal y no un juez. En otras palabras, tres meses después de los hechos, no hay pruebas fehacientes de ningún delito sino declaraciones que no han sido suficientemente claras o contundentes como para merecer una acusación. ¿Piensan obtener las pruebas que le incriminen de las declaraciones del propio Assange? ¿Por qué tanta insistencia en la extradición cuando Julian Assange está dispuesto a contestar a las preguntas que le formule el fiscal? ¿A quién se quiere juzgar, a Julián Assange o a Wikileaks?
No se comprende que un tercer país como Inglaterra se involucre hasta el extremo de amenazar a una embajada para extraditar a una persona que no ha sido acusado de nada formalmente. Parece que detrás de estos hechos se esconden maniobras políticas promovidas por un país como EE.UU. herido en su orgullo por la revelación de sus inconfesables secretos.
Las últimas reacciones están incidiendo en la credibilidad de sus actuales defensores. El hecho de que Julián Assange no encontrara mejores defensores que líderes populistas hispano americanos y un juez venido a menos, no está indicando que sea culpable, sino que no ha podido conseguir nada mejor porque está muy solo.
Assange está tan solo y tan injustamente perseguido, que aquellos que en otras ocasiones fueron criticados por la UE y por EE.UU. por la falta de seguridad jurídica en sus países, han visto una ocasión maravillosa para devolver esos mismos reproches de inseguridad jurídica a una UE y a unos EE.UU. que han presumido de ser ejemplos democráticos y adalides de la libertad de expresión, de los derechos humanos y del estado derecho.
Ahora estos adalides y sus cómplices por inacción, son ampliamente percibidos como los acosadores de un defensor de la libertad de expresión por revelar sus más oscuros secretos.
Julian Assange: fraude al Estado de derecho
¿Cómo es que la Unión Europea permanece muda acerca de este asunto?
[…] Las altisonantes recientes declaraciones de Ecuador relativas al caso, de las que se ha hecho especial eco la organización internacional ALBA, que integra al país andino con otros regímenes bien conocidos por situarse en los márgenes de la comunidad internacional, como Venezuela y Cuba, desvían la atención respecto de la realidad en materia de libertad de prensa y, en general, de garantías legales.
[…] el aspecto más sorprendente del caso Assange reside en el estruendoso silencio de aquellos actores e instituciones cuya existencia y legitimidad dimana de la integridad del concepto del Estado de derecho. Empezando por la Unión Europea, cuyo mutismo no cabe más revelador.
En una violación se entiende que una persona ha sido forzada a un acto sexual contra su voluntad y hay demasiadas dudas sobre ese punto en el caso de violación que se pretende imputar a Assange.
Suecia contra Assange: un caso oscuro
Pero la actuación de la Fiscalía sueca es francamente sospechosa, como también lo son las conexiones políticas de Borgström. Con las circunstancias conocidas del caso, creo que ningún fiscal llevaría el caso a juicio porque no podría ganarlo. Al menos, eso es lo que pensó la primera fiscal que leyó las declaraciones de las denunciantes.
[…] ¿Por qué después de sufrir el presunto ataque ambas mujeres no acudieron a denunciarlo y estaban dispuestas a mantener el contacto con el agresor?
[…] La Fiscalía ha mantenido vivo el caso de forma artificial sin atreverse a procesar a Assange, como podría haber hecho cuando el editor de Wikipedia Wikileaks prestó declaración en Suecia.
Podría equivocarme, pero a mí no parece que exista caso por violación. Me parece que existe un caso contra la libertad de expresión y contra el estado de derecho.