¿Aún no se entiende que el 15M no quiera ofrecer colaboración a ningún partido?
Ignoro si los políticos no entienden el 15M o simplemente no quieren entenderlo.
La huella política del 15-M
Hay muchos puntos de vista, pero equivocado o no, yo creo que hay una serie de reivindicaciones claves y muy claras en el 15M.
Creo que los políticos no se han enterado de nada porque no escuchan a los ciudadanos. Opino que la oposición del 15M a la clase política actual es el aspecto más relevante de esta nueva revolución que posiblemente esté en sus comienzos.
Con independencia de la sintonía con ciertas ideas políticas, el 15M es un movimiento que considera que en este momento la clase política no puede formar parte de la solución porque son el problema. «No nos representan».
Son traidores a la ciudadanía, unos vendidos corruptos que se echan en brazos de los especuladores haciendo uso de su mayoría en las urnas como si el resultado fuera un cheque en blanco durante cuatro años.
La ciudadanía está indignada porque muchos de los políticos y de sus amigos, por el enorme daño que han hecho, deberían estar en la cárcel.
Los políticos pueden hacer varias cosas para colaborar con el 15M:
- Promover la absoluta transparencia en la gestión de los fondos públicos y jamás usar ese dinero para sostener un negocio privado que se hunda por importante que sea.
- Dejar de escuchar a los especuladores y escuchar a los ciudadanos.
- Devolver todo lo robado a los ciudadanos.
- Meterse a sí mismos en la cárcel junto a sus amigos y tirar la llave.
Ni las democracias actuales ni sus sistemas financieros están pensados para acometer las necesidades de los ciudadanos:
Hay que recordar que la desmedida importancia económica de algunas empresas financieras que ahora los políticos consideran que hay que defender a toda costa, incluso con dinero público, existen gracias a la política de fusiones promovida por ellos en los últimos años. Todo ello se hizo con la excusa de aumentar la competitividad. Han fomentado la creación de monstruosos monopolios que ya no son capaces de controlar.
No tiene sentido considerar llegar al absoluto descontrol económico como consecuencia del aumento de una competitividad que también ha terminado perdiéndose en este descontrolado sistema financiero.
Parasitando a los ciudadanos:
La productividad les interesa mucho a los políticos, y no digamos a los especuladores, porque es lo que mueve dinero. En cada movimiento de dinero, los parásitos del sistema se llevan su buena tajada.
Lo que se necesita es dar buen servicio al ciudadano, dar empleo, dar vivienda, dar estabilidad, y diseñar un sistema que por encima de todo ha de ser sostenible. Es decir, que no necesite cada cierto tiempo de robos masivos a la ciudadanía para su supervivencia. ¿Han hecho algo en ese sentido? Yo creo que no.
La competitividad no ayuda a nada de eso. Su objetivo es producir tanto que genere un exceso de producto y de dinero. Por eso vienen luego los problemas de obesidad en los parásitos sociales, acompañados de problemas de desnutrición en la ciudadanía.
Tanta ha sido la voracidad de los parásitos sociales que los ciudadanos han empezado a promover la economía del trueque que de momento no deja opción de sacar taja a los parásitos.
El Banco del Tiempo, el trueque como medida anticrisis
Pagar con tiempo es una buena medida anticrisis. Ese es el objetivo de un banco del tiempo, intercambiar servicios y gestionar el valor de los mismos con horas.
Reconoce todo el mundo que las pequeñas y medianas empresas son las que producen más empleo, pero los políticos se han dedicado desde hace años a hacer grandes fusiones. Es decir, a fabricar parados.
Una crisis fabricada desde el poder:
Uno de los mayores robos a los ciudadanos empezó con la ley del suelo de Aznar cuyas plusvalías generaron pingües beneficios para los políticos corruptos y para las empresas constructoras, pero ninguno para las arcas de los municipios que aportaban el terreno. Puro robo.
Aquello pasó bastante desapercibido porque era una riqueza que no estaba en circulación, pero al ponerse en circulación, los financieros entraron en una espiral especulativa muy agresiva y muy arriesgada y no pararon de arriesgar hasta destrozar toda la economía.
Esta se trata de una crisis fabricada por el mundo financiero con la colaboración de los políticos. Esto ha ocurrido en todo el mundo y jamás terminará mientras los culpables de estos excesos (supuestos errores de gestión) continúen libres y en el ejercicio del poder.
El 15M es un movimiento que sabe lo que quiere y que tiene identificado el problema:
El problema parece ya muy claro, no estoy descubriendo nada, pero la estructura de poder actual no ofrece una fácil vía de solución porque está en la raíz del problema.
Las urnas permiten cambiar de opción política pero no permiten cambiar la clase política y el 15M no tiene una solución rápida y eficaz para desmontar un enorme tinglado de poder urdido con mucha paciencia en contra de los ciudadanos.
Por desgracia, no hay ninguna forma de cambiar esto en poco tiempo. La violencia tampoco arreglaría nada, porque con demasiada frecuencia se convierte en la puerta de entrada para una nueva forma de tiranía, y el 15M es consciente de ello y está apostando por la noviolencia y por la desobediencia civil.
A más largo plazo si parece claro que se puede ir avanzando en la dirección correcta y es en esa línea en donde tenemos que entender el trabajo del 15M, pero también hay que entender que para muchas personas la situación es límite y afecta a su supervivencia.
Para muchas de estas personas el largo plazo y la paciencia no son estrategias válidas. La radicalización del 15M es una consecuencia de situaciones de supervivencia igualmente radicales para muchas personas.
El papel de los medios de comunicación:
Mientras estos medios no entiendan su función como contrapeso al poder, estarán retrasando lo inevitable. Una mayor sintonía con los ciudadanos será decisiva en el avance del proceso de regeneración democrática. Para muestra un botón:
El director de La Razón Francisco Marhuenda en su servilismo con el poder traspasó hace poco los límites de la falta de profesionalidad en la portada de su periódico incluyendo las fotos de los representantes de los estudiantes y añadiendo un comentario ofensivo «Los malos estudiantes agitan la educación»: La Educación nos hace más libres por Francisco Marhuenda.
Lógicamente fue ampliamente criticado y el señor Francisco Marhuenda, respondió con un tweet que dice: «Me alegra que tengáis el desahogo de los tweets así os ahorráis el psiquiatra. Es una buena obra por mi parte. Gracias a los sensatos».
Menciono el dato por ser llamativo y reciente, pero solo como ejemplo de un fenómeno más generalizado en demasiados medios de comunicación.
Si los medios de comunicación continúan ejerciendo de cómplices y de voceros del poder político establecido y no castigan adecuadamente las estafas democráticas que sufrimos en todo el mundo los ciudadanos, no sobrevivirán. Muchos serán fagocitados por una comunicación apegada al ciudadano.
La tendencia en la nueva sociedad de la información es muy clara. Los ciudadanos tienen ahora con Internet medios para hacer llegar sus mensajes al resto del planeta y todo intento de manipulación y de intoxicación por parte de estos medios será castigado cada vez con mayor dureza.