Blog multi-temático de Antonio Castro

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Desconfianza en la justicia.

No va a servir de nada repetir hasta la saciedad que la justicia es una institución fundamental y que todos tenemos la obligación de defenderla. Podemos decir que sin la justicia no queda otra cosa salvo el caos y es cierto, pero los tozudos hechos nos llevan a admitir que existe una grave situación de desconfianza en la justicia.

Esta lleva demasiados años decepcionando a la ciudadanía y el nivel de lo admisible hace tiempo que se traspasó impunemente.

La justicia española parece no estar pensada para poder solucionar los graves problemas que afectan gravemente a la mayoría de los ciudadanos. Está tan politizada que los ciudadanos piensan que no está a su servicio sino al servicio de la clase política. Una clase tan corrupta que se ha convertido en el principal problema de la ciudadanía.

Sea por acción, por inacción o por impotencia, la justicia no está funcionando porque el poder político la está condicionando y limitando continuamente.

Digo todo esto porque estamos viendo ya como los ciudadanos empiezan a organizarse para suplir la falta de voluntad política para hacer justicia.

#15MpaRato: segunda fase #QuerellaPaRato

Gracias a la espectacular y rapidísima acción ciudadana, hemos pulverizando todos los tiempos y pronósticos de nuestro propio plan quinquenal.

Todo está a punto:

– En tan solo 12h decenas de accionistas nos han contactado para ofrecer personarse en la querella.

Una querella como esta necesita mucho dinero, pero ante la sobreprotección política a toda clase de sinvergüenzas, la ciudadanía se ha movilizado. Ya no confían ni en la iniciativa política ni en la iniciativa de las fiscalías como la anticorrupción, la general del estado, las  provinciales, o la de la audiencia nacional.

El caso de Bankia debería ser visto como la gota que colmó el vaso. Yo no voy a hablar aquí ni de ella ni de Rato. Me parece mucho más grave la indefensión ciudadana por culpa de una clase política omnímoda que se ha cargado a conciencia la separación de poderes.

El ciudadano se moviliza porque es consciente de que todas las fiscalías antes mencionadas, son serviles al estado.

El ciudadano ha sido privado de su libertad mediante estrategias de control político sobre todas las instituciones.

Montesquieu afirmó que para garantizar la libertad, era necesaria la separación de poderes, y distinguió entre poder legislativo, ejecutivo y judicial. El poder dividido de esta forma, servía de contra poder entre unos y otros.

Fue en el seno de la separación de poderes donde florecieron el estado de derecho y las constituciones modernas como la nuestra. Unas constituciones que hacen menciones a todos estos conceptos que han pasado a servir de garantía para las libertades ciudadanas y los derechos humanos.

De nada sirve lo que ponga nuestra constitución si desde la política se convierte en papel mojado. La clase política actual, nos ha hecho retroceder al siglo XVIII.

Si a la crisis actual pretenden sumar la injusticia y la impunidad, habría que reservar a nuestros políticos un asiento en un banquillo acusados por delito de traición.

¡Ojo! Es un decir porque la ciudadanía no tiene potestad para ello, pero no busquemos más lejos el motivo de la indignación ciudadana como fruto de esa impotencia y de estos abusos contra nuestros más elementales derechos.

Me doy cuenta de que la palabra usada es fuertecita, pero vaciar nuestra constitución española hasta transformarla en papel mojado, solo puede calificarse de traición.

Basta de impunidad de la clase política y de sus amigotes, basta de coacción a los derechos de libertad de expresión.

¿Tan difícil es de entender? No estamos pagando con nuestros impuestos a unas instituciones, para que luego estas sean usadas contra los intereses generales de los ciudadanos. Tampoco las pagamos para que los ciudadanos tengamos que suplirlas luego con carísimas iniciativas legales como lo anterior. Es surrealista de grave que es.

Nos están obligando a reparar las injusticias que a la clase política no le interesa que sean depuradas.

Si a nosotros no nos salen gratis este tipo de iniciativas legales, a la clase política tampoco debería salirle gratis. ¿Para qué creen que fueron elegidos?

Basta ya de impunidades.

El 15M es un movimiento político, contra la clase política actual.

¿Aún no se entiende que el 15M no quiera ofrecer colaboración a ningún partido?

Ignoro si los políticos no entienden el 15M o simplemente no quieren entenderlo.

La huella política del 15-M

Hay muchos puntos de vista, pero equivocado o no, yo creo que hay una serie de reivindicaciones claves y muy claras en el 15M.

Creo que los políticos no se han enterado de nada porque no escuchan a los ciudadanos. Opino que la oposición del 15M a la clase política actual es el aspecto más relevante de esta nueva revolución que posiblemente esté en sus comienzos.

Con independencia de la sintonía con ciertas ideas políticas, el 15M es un movimiento que considera que en este momento la clase política no puede formar parte de la solución porque son el problema. «No nos representan».

Son traidores a la ciudadanía, unos vendidos corruptos que se echan en brazos de los especuladores haciendo uso de su mayoría en las urnas como si el resultado fuera un cheque en blanco durante cuatro años.

La ciudadanía está indignada porque muchos de los políticos y de sus amigos, por el enorme daño que han hecho, deberían estar en la cárcel.

Los políticos pueden hacer varias cosas para colaborar con el 15M:

  • Promover la absoluta transparencia en la gestión de los fondos públicos y jamás usar ese dinero para sostener un negocio privado que se hunda por importante que sea.
  • Dejar de escuchar a los especuladores y escuchar a los ciudadanos.
  • Devolver todo lo robado a los ciudadanos.
  • Meterse a sí mismos en la cárcel junto a sus amigos y tirar la llave.

Ni las democracias actuales ni sus sistemas financieros están pensados para acometer las necesidades de los ciudadanos:

Hay que recordar que la desmedida importancia económica de algunas empresas financieras que ahora los políticos consideran que hay que defender a toda costa, incluso con dinero público, existen gracias a la política de fusiones promovida por ellos en los últimos años. Todo ello se hizo con la excusa de aumentar la competitividad. Han fomentado la creación de monstruosos monopolios que ya no son capaces de controlar.

No tiene sentido considerar llegar al absoluto descontrol económico como consecuencia del aumento de una competitividad que también ha terminado perdiéndose en este descontrolado sistema financiero.

Parasitando a los ciudadanos:

La productividad les interesa mucho a los políticos, y no digamos a los especuladores,  porque es lo que mueve dinero. En cada movimiento de dinero, los parásitos del sistema se llevan su buena tajada.

Lo que se necesita es dar buen servicio al ciudadano, dar empleo, dar vivienda, dar estabilidad, y diseñar un sistema que por encima de todo ha de ser sostenible. Es decir, que no necesite cada cierto tiempo de robos masivos a la ciudadanía para su supervivencia. ¿Han hecho algo en ese sentido? Yo creo que no.

La competitividad no ayuda a nada de eso. Su objetivo es producir tanto que genere un exceso de producto y de dinero. Por eso vienen luego los problemas de obesidad en los parásitos sociales, acompañados de problemas de desnutrición en la ciudadanía.

Tanta ha sido la voracidad de los parásitos sociales que los ciudadanos han empezado a promover la economía del trueque que de momento no deja opción de sacar taja a los parásitos.

El Banco del Tiempo, el trueque como medida anticrisis

Pagar con tiempo es una buena medida anticrisis. Ese es el objetivo de un banco del tiempo, intercambiar servicios y gestionar el valor de los mismos con horas.

Reconoce todo el mundo que las pequeñas y medianas empresas son las que producen más empleo, pero los políticos se han dedicado desde hace años a hacer grandes fusiones. Es decir, a fabricar parados.

Una crisis fabricada desde el poder:

Uno de los mayores robos a los ciudadanos empezó con la ley del suelo de Aznar cuyas plusvalías generaron pingües beneficios para los políticos corruptos y para las empresas constructoras, pero ninguno para las arcas de los municipios que aportaban el terreno. Puro robo.

Aquello pasó bastante desapercibido porque era una riqueza que no estaba en circulación, pero al ponerse en circulación, los financieros entraron en una espiral especulativa muy agresiva y muy arriesgada y no pararon de arriesgar hasta destrozar toda la economía.

Esta se trata de una crisis fabricada por el mundo financiero con la colaboración de los políticos. Esto ha ocurrido en todo el mundo y jamás terminará mientras los culpables de estos excesos (supuestos errores de gestión) continúen libres y en el ejercicio del poder.

El 15M es un movimiento que sabe lo que quiere y que tiene identificado el problema:

El problema parece ya muy claro, no estoy descubriendo nada, pero la estructura de poder actual no ofrece una fácil vía de solución porque está en la raíz del problema.

Las urnas permiten cambiar de opción política pero no permiten cambiar la clase política y el 15M no tiene una solución rápida y eficaz para desmontar un enorme tinglado de poder urdido con mucha paciencia en contra de los ciudadanos.

Por desgracia, no hay ninguna forma de cambiar esto en poco tiempo. La violencia tampoco arreglaría nada, porque con demasiada frecuencia se convierte en la puerta de entrada para una nueva forma de tiranía, y el 15M es consciente de ello y está apostando por la noviolencia y por la desobediencia civil.

A más largo plazo si parece claro que se puede ir avanzando en la dirección correcta y es en esa línea en donde tenemos que entender el trabajo del 15M, pero también hay que entender que para muchas personas la situación es límite y afecta a su supervivencia.

Para muchas de estas personas el largo plazo y la paciencia no son estrategias válidas. La radicalización del 15M es una consecuencia de situaciones de supervivencia igualmente radicales para muchas personas.

El papel de los medios de comunicación:

Mientras estos medios no entiendan su función como contrapeso al poder, estarán retrasando lo inevitable. Una mayor sintonía con los ciudadanos será decisiva en el avance del proceso de regeneración democrática. Para muestra un botón:

El director de La Razón Francisco Marhuenda en su servilismo con el poder traspasó hace poco los límites de la falta de profesionalidad en la portada de su periódico incluyendo las fotos de los representantes de los estudiantes y añadiendo un comentario ofensivo  «Los malos estudiantes agitan la educación»: La Educación nos hace más libres por Francisco Marhuenda.

Lógicamente fue ampliamente criticado y el señor Francisco Marhuenda,  respondió con un tweet que dice: «Me alegra que tengáis el desahogo de los tweets así os ahorráis el psiquiatra. Es una buena obra por mi parte. Gracias a los sensatos».

Menciono el dato por ser llamativo y reciente, pero solo como ejemplo de un fenómeno más generalizado en demasiados medios de comunicación.
Si los medios de comunicación continúan ejerciendo de cómplices y de voceros del poder político establecido y no castigan adecuadamente las estafas democráticas que sufrimos en todo el mundo los ciudadanos, no sobrevivirán. Muchos serán fagocitados por una comunicación apegada al ciudadano.

La tendencia en la nueva sociedad de la información es muy clara. Los ciudadanos tienen ahora con Internet medios para hacer llegar sus mensajes al resto del planeta y todo intento de manipulación y de intoxicación por parte de estos medios será castigado cada vez con mayor dureza.

Crisis vs. estallido social.

Manifestacion Democracia Real Ya

Manifestacion Democracia Real Ya

Esperar a que todo se arregle solo:

Hace ya bastante que comenzó esta crisis que fue largamente anunciada por unos y negada por otros. Las mismas razones que impidieron evitarla están contribuyendo a empeorar el problema.

Las medidas actuales parecen ir encaminadas a conseguir lo mismo que cuando se negó la llegada de la crisis. Parece que están jugando a conseguir algo de tiempo para retrasar la peor parte de la crisis, pero eso se parece mucho a la fase de negación previa de la crisis esperando que no llegue.

El no atajar la raíz de nuestros males, podría convertir esta caída en una caída a cámara lenta, pero seguramente la haría más profunda y duradera.

¿Dónde están los culpables?

Sabemos quienes son los culpables de la crisis, y no sólo gozan de libertad, sino que se mantienen en activo medrando por sus propios intereses escasamente compatibles con el interés general. Ahora los llaman los mercados en un intento de despersonalizar a los culpables, pero sus políticas tienen nombres y apellidos aunque no siempre sean famosos.

¿Por qué se les permitió causar la crisis? ¿Por qué una vez causada la crisis, se les permite continuar en sus puestos?

Los políticos no son parte de la solución, son parte del problema:

Los políticos que gobiernan en las democracias actuales inmersas en una economía de mercado global, se han dado cuenta, de que estar a la cabeza de la productividad y de la competitividad tiene premio, pero no se han dado cuenta del precio que conlleva ese premio, porque eso lo paga una clase media venida a menos. Han elegido satisfacer a los mercados y explotar cada vez más a sus ciudadanos, y el resultado global es penoso.

Lo que no se dan cuenta, es que bajar cada vez más la calidad de vida de la clase media es algo insostenible.  La gente que apenas tenía tiempo para protestar por estar inmersa en un ambiente laboral bastante esclavizante, va pasando a una situación de paro masivo con gente muy cabreada y con mucho tiempo libre. Que la inmensa clase media pase a ser una clase cada vez más baja no es un asunto baladí.

Algunos dicen que no saldremos de esta crisis antes de 20 años, pero quizás esta pretendida caída de la economía a cámara lenta, dé paso a una dinámica mucho más explosiva.

Lo que más ayudaría a salir de esta crisis de forma más rápida sería llenar las cárceles de políticos corruptos, y de especuladores sin escrúpulos. Esto sería posible con un gobierno auténticamente demócrata.

La realidad es que nuestros gobiernos son aristocráticos, lobbycráticos, corruptocráticos, cleptopcráticos, y todo eso no deja espacio a una democracia real. Las instituciones ya apenas responden al interés general. Responden al interés de la clase política.

Estamos ante una nueva lucha de clases:

Estamos ante una inminente lucha de clases sociales, donde una minoría con poder (1%) se enfoca en asuntos como la democracia representativa, la productividad, el consumo, las fuerzas del orden, y en la competitividad, frente a otra clase social amplísima (99%) enfocada en las libertades, la democracia directa, la calidad de vida, la justicia, la salud, la educación, y la sostenibilidad.

Los porcentajes aludidos no pretenden ser exactos, es sólo una forma de ilustrar la idea y pretenden concienciar a una enorme masa dormida que no conoce su propio poder.

Parece absurdo que un 1% controle al 99%, pero siempre ha sido así, pero en mi opinión, será precisamente la falta de sostenibilidad y las injusticias lo que decidirá esta lucha de clases, y puede que no resulte agradable para esos estúpidos arrogantes del 1% que creen que tienen la solución a todo, y que no se dan cuenta de que son el problema de todo, no sólo del paro y de la dificultad del acceso a la vivienda, sino del cambio climático que está condenando a todo el planeta.

Si se dieran cuenta, las cárceles estarían llenas de personas a las que tienen por buena gente.

Por ejemplo una alcaldesa que promete austeridad y que se dispone a gastar un dinero que los madrileños no tenemos, en algo que no es de imperiosa necesidad, y que ni siquiera es seguro que se pueda conseguir, como lo es la candidatura a los juegos olímpicos.

Si los políticos estúpidos y arrogantes no son capaces de contener su natural tendencia a promover costosas memeces, alguien tendrá que hacerlo algún día, porque vamos de mal en peor.

Algunos tiranos en este año que acaba han terminado mal. Simplemente no han sabido medir el nivel de cabreo de sus súbditos, y en las democracias venidas a menos por la economía global, el nivel de cabreo también está alcanzando niveles peligrosos.

La falta de voluntad política para hacer justicia:

La única medida para salir de una crisis donde los políticos tienen mucha responsabilidad, no puede ser únicamente apretar el cinturón a la clase trabajadora, mientras reducen los beneficios sociales (salud,educación,justicia) o imponen el orden a porrazo limpio para controlar el descontento.

¿Qué les impide hacer justicia y penalizar a los culpables?

 

 

 

Ya no somos esclavos, somos una legión de ciudadanos.

Democracia real ya!

Democracia real ya!

Estamos inmersos en una lucha de clases donde todos los poderosos se han asociado contra una gigantesca clase media productiva con el fin de parasitarla. El nivel de parasitismo ha ido creciendo en las últimas décadas hasta un límite en el cual todo el sistema está próximo a derrumbarse, porque han encontrado el límite de explotación de la ciudadanía al robar el futuro a una gran parte de una generación.

La única alternativa para combatir ese abuso de poder es dar conciencia colectiva de clase a toda la clase media a través de Internet, para así poder controlar a tanto sinvergüenza. El 15M es el inicio de un fenómeno global que persigue acotar el exceso de poder y la desvergüenza de una nueva clase alta. Una clase política desligada de los intereses ciudadanos y enfocada en los intereses de unos mercados que campan por sus fueros.

Incluyo dentro de la clase alta a políticos, a los medios, a los especuladores, a lo que se denomina ahora mercados, y en general a todos los que de alguna forma gozan del suficiente poder para procurarse a ellos mismos privilegios que van en contra de los intereses generales de los ciudadanos. La ciudadanía es en realidad la inmensa clase media productiva.

Insisto, se trata de una lucha de clases a nivel mundial, donde Internet jugará el papel de dar cuerpo y mente a la ciudadanía de todo el mundo. Nos hemos dado cuenta de que ciertos aspectos de la política no se pueden dejar en manos de los políticos, porque estos no son neutrales ni representativos de los intereses ciudadanos. Si no se globalizan ciertos aspectos de la política, la globalización de los mercados continuará primando la competitividad y el consumismo actuando en contra de los intereses ciudadanos.

El 15M es el resultado de una acción contundente para demostrar que los ciberactivistas no son cuatro gatos, ni son entidades virtuales, son una parte muy importante de la expresión de la voluntad popular, y que el descontento de la ciudadanía merece mucha más atención.

Lo que se trata de denunciar con este movimiento es que los sistemas de representación democrática se han ido amañando para que ya no nos representen. La democracia se ha convertido en una mera coartada de los políticos para decir que el pueblo ha elegido, que el pueblo es soberano, y luego hacer impunemente lo que les dé la gana.

Dentro del amplio espectro político de los partidos, existe una parte de intereses que todos ellos comparten. Son intereses de la clase política en general, y que se han ido consolidando en forma de privilegios de todo tipo. Hablando mal y pronto, han convertido a la clase política en una puñetera mierda que no vale para casi nada.

La intoxicación mediática consigue transmitir al ciudadano la idea de que las alternativas se limitan a los partidos más corruptos y más poderosos (voto útil). Nos hacen elegir entre el cianuro y el arsénico.

Las democracias ofrecen alternancias bastante ficticias porque el ciudadano intenta elegir a sus representantes entre partidos con intereses que poco tienen que ver con los suyos. De hecho, todos ellos al no estar controlados mínimamente por los ciudadanos, actúan parasitando a la clase trabajadora.

El 15M ha permitido que ya no nos veamos como esclavos. Ahora somos una legión de ciudadanos, con capacidad para decidir estrategias de control que garantice nuestros derechos.

Coincido plenamente con la lectura que hace Enrique Dans del fenómeno 15M. Recomiendo leer la entrevista que le hizo Isabel Rodríguez, en iLeón.

«Los partidos han visto que algo se ha roto»
Por Isabel Rodríguez (02/06/2011)

El popular bloguero e impulsor del movimiento ‘No les votes’ para castigar a PP, PSOE y CIU por haber aprobado la Ley Sinde, responde sobre la evolución del movimiento 15M y los próximos pasos a seguir.

Trackbaks en el Blog de E.Dans:“Los partidos han visto que algo se ha roto”, entrevista en iLeón

No sé si se ha roto algo, pero el 15M algo empezó a cambiar y seguirá cambiando porque la ciudadanía ha tomado conciencia de sí misma. Hemos pasado del conformismo y de la desilusión, a la indignación y al deseo de actuar.

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