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La #democracialimpia: Un nuevo concepto muy simple para mejorar la democracia.

La democracia actual es afuncional. Los políticos han perfeccionado sus técnicas de manipulación para minimizar el efecto de las urnas. Gracias a eso se pueden entregar al negocio de cultivar unos amiguismos muy rentables no solo en términos económicos, sino en términos de poder. Estamos en manos de un 1% que hace con nosotros lo que quiere.

Unas elecciones como las actuales cada cuatro años ya no son suficientes. Al ciudadano se le obliga a elegir siempre entre lo malo y lo peor y de algo así es difícil que salga algo bueno.

Yo me inspiro en la situación de Egipto donde cerca de 30 partidos y movimientos sociales exigen la exclusión de las listas electorales de los antiguos cargos de Hosni Mubarak. Creo que el derecho a participar en unas elecciones debe de ser ratificado por el pueblo porque somos muy vulnerables al voto del miedo. Ese al que llaman voto útil.

También me inspiro en la política del PP que ha asimilado las peores técnicas de manipulación social que ya usó Zapatero. Vamos de mal en peor y esto no puede seguir así. Estamos ante un gravísimo problema político. La idea de #nolesvotes #votaaotros fue genial, pero no ha dado muy buenos resultados.

Estamos ante un modelo de democracia que por culpa del voto que llaman útil, solo funciona cuando la normalidad democrática es muy alta. Es decir, casi nunca. Necesitamos una #democracialimpia.

Las sociedades coaccionadas por la violencia o por intereses financieros bastardos, dan unos resultados electorales repugnantes.

Creo que para evitar que triunfen en las urnas los manipuladores, bastaría usar una primera vuelta para apartar de las elecciones posteriores a aquellos partidos que acumulen más odio. Estamos en manos de auténticos terroristas políticos y la democracia actual no es capaz de manejarlos.

Si empezamos a hacer propuestas sobre lo que hay que corregir no nos podremos de acuerdo. El 15M no logró un acuerdo de mínimos. No es tan sencillo, así que el enfoque ha de ser otro.

En lugar de derrochar energías haciendo llegar a los oídos cerrados de los políticos lo que queremos mejorar, es mejor que ellos mismos hagan lo que saben de sobra que quiere la ciudadanía. Para eso yo creo que basta con incentivarles adecuadamente.

La propuesta basada en un nuevo concepto «Democracia Limpia» :

Si en las elecciones no se filtra a los participantes eliminando previamente toda la escoria nunca tendremos una #democracialimpia.

Propongo un filtro que suprima la escoria antidemocrática del sistema. Hablo de elecciones con una primera vuelta que sirva para penalizar a los más polémicos o indeseables. Se castigaría las mentiras, los engaños, la corrupción, el apoyo a los violentos, la crispación, el tú más que yo, el tú lo hiciste antes, etc.

En esa primera vuelta la abstención sería un signo de una situación democrática muy saludable e indicaría que los ciudadanos estamos felices con nuestros políticos.

Por el contrario, una alta participación dejaría fuera del juego democrático sería un claro signo de que la democracia necesita ser limpiada de aquellos que engañan, mienten, o son sospechosos de juego sucio.

El sistema de votación debería poder penalizar a varios partidos en una misma papeleta y si un partido recibiera muchos votos de castigo (por ejemplo más del 50%  de votos sobre el total del censo)  se consideraría invotable. Algo así podría dejar fuera del sistema a los partidos mayoritarios de un solo plumazo que es de lo que se trata.

Descartados en esa primera vuelta a todos los que el pueblo considera invotables, solo quedarían candidatos limpios. Pasarían aquellos partidos que son leales a la ciudadanía y al espíritu democrático. En la segunda vuelta ya habría desaparecido el voto del miedo.

Únicamente aquellos que jamás mintieron ni engañaron, ni apoyaron lobby alguno, ni perjudicaron la separación de poderes, tendrían opción a participar en una segunda vuelta. Quedarían completamente fuera del juego democrático.

El sistema actual es sucio, está sacando partido de todas las debilidades de los ciudadanos y permitiendo la manipulación. ¿Acaso tiene sentido premiar con un solo voto a un partido polémico? Yo creo que premiar a los partidos más polémicos es muy destructivo para la democracia.

En unas elecciones con filtro para penalizar a los más indeseables, la prioridad absoluta de los políticos sería la de no ser penalizados, para así poder optar a la urnas y en segundo lugar trabajarían para ser premiados de entre los que pasen el primer filtro.

En un sistema de Democracia Limpia, las connivencias con cualquier lobby serían casi imposibles. Los políticos estarían mucho más preocupados de hacer cualquier cosa que se interpretara como algo sucio. El limite del filtro no tiene que ser un 50% del censo. Esto era solo un ejemplo, pero tampoco interesa que las decisiones sobre esos filtros las decidan los políticos.

Tenemos que cambiar el sistema para poder elegir a los mejores solo entre los menos malos.

Esto es solo una idea sin desarrollar que persigue convertir a la democracia en algo mucho más limpio y funcional.

Algo que castigue todo intento de manipulación. Una democracia real donde el pueblo sea el que realmente tenga el poder y no sea una simple marioneta en manos de auténticos ingenieros expertos en la manipulación de masas.

Una #democracialimpia donde la escoria sea filtrada y donde el 99% tenga el poder.

Crisis vs. estallido social.

Manifestacion Democracia Real Ya

Manifestacion Democracia Real Ya

Esperar a que todo se arregle solo:

Hace ya bastante que comenzó esta crisis que fue largamente anunciada por unos y negada por otros. Las mismas razones que impidieron evitarla están contribuyendo a empeorar el problema.

Las medidas actuales parecen ir encaminadas a conseguir lo mismo que cuando se negó la llegada de la crisis. Parece que están jugando a conseguir algo de tiempo para retrasar la peor parte de la crisis, pero eso se parece mucho a la fase de negación previa de la crisis esperando que no llegue.

El no atajar la raíz de nuestros males, podría convertir esta caída en una caída a cámara lenta, pero seguramente la haría más profunda y duradera.

¿Dónde están los culpables?

Sabemos quienes son los culpables de la crisis, y no sólo gozan de libertad, sino que se mantienen en activo medrando por sus propios intereses escasamente compatibles con el interés general. Ahora los llaman los mercados en un intento de despersonalizar a los culpables, pero sus políticas tienen nombres y apellidos aunque no siempre sean famosos.

¿Por qué se les permitió causar la crisis? ¿Por qué una vez causada la crisis, se les permite continuar en sus puestos?

Los políticos no son parte de la solución, son parte del problema:

Los políticos que gobiernan en las democracias actuales inmersas en una economía de mercado global, se han dado cuenta, de que estar a la cabeza de la productividad y de la competitividad tiene premio, pero no se han dado cuenta del precio que conlleva ese premio, porque eso lo paga una clase media venida a menos. Han elegido satisfacer a los mercados y explotar cada vez más a sus ciudadanos, y el resultado global es penoso.

Lo que no se dan cuenta, es que bajar cada vez más la calidad de vida de la clase media es algo insostenible.  La gente que apenas tenía tiempo para protestar por estar inmersa en un ambiente laboral bastante esclavizante, va pasando a una situación de paro masivo con gente muy cabreada y con mucho tiempo libre. Que la inmensa clase media pase a ser una clase cada vez más baja no es un asunto baladí.

Algunos dicen que no saldremos de esta crisis antes de 20 años, pero quizás esta pretendida caída de la economía a cámara lenta, dé paso a una dinámica mucho más explosiva.

Lo que más ayudaría a salir de esta crisis de forma más rápida sería llenar las cárceles de políticos corruptos, y de especuladores sin escrúpulos. Esto sería posible con un gobierno auténticamente demócrata.

La realidad es que nuestros gobiernos son aristocráticos, lobbycráticos, corruptocráticos, cleptopcráticos, y todo eso no deja espacio a una democracia real. Las instituciones ya apenas responden al interés general. Responden al interés de la clase política.

Estamos ante una nueva lucha de clases:

Estamos ante una inminente lucha de clases sociales, donde una minoría con poder (1%) se enfoca en asuntos como la democracia representativa, la productividad, el consumo, las fuerzas del orden, y en la competitividad, frente a otra clase social amplísima (99%) enfocada en las libertades, la democracia directa, la calidad de vida, la justicia, la salud, la educación, y la sostenibilidad.

Los porcentajes aludidos no pretenden ser exactos, es sólo una forma de ilustrar la idea y pretenden concienciar a una enorme masa dormida que no conoce su propio poder.

Parece absurdo que un 1% controle al 99%, pero siempre ha sido así, pero en mi opinión, será precisamente la falta de sostenibilidad y las injusticias lo que decidirá esta lucha de clases, y puede que no resulte agradable para esos estúpidos arrogantes del 1% que creen que tienen la solución a todo, y que no se dan cuenta de que son el problema de todo, no sólo del paro y de la dificultad del acceso a la vivienda, sino del cambio climático que está condenando a todo el planeta.

Si se dieran cuenta, las cárceles estarían llenas de personas a las que tienen por buena gente.

Por ejemplo una alcaldesa que promete austeridad y que se dispone a gastar un dinero que los madrileños no tenemos, en algo que no es de imperiosa necesidad, y que ni siquiera es seguro que se pueda conseguir, como lo es la candidatura a los juegos olímpicos.

Si los políticos estúpidos y arrogantes no son capaces de contener su natural tendencia a promover costosas memeces, alguien tendrá que hacerlo algún día, porque vamos de mal en peor.

Algunos tiranos en este año que acaba han terminado mal. Simplemente no han sabido medir el nivel de cabreo de sus súbditos, y en las democracias venidas a menos por la economía global, el nivel de cabreo también está alcanzando niveles peligrosos.

La falta de voluntad política para hacer justicia:

La única medida para salir de una crisis donde los políticos tienen mucha responsabilidad, no puede ser únicamente apretar el cinturón a la clase trabajadora, mientras reducen los beneficios sociales (salud,educación,justicia) o imponen el orden a porrazo limpio para controlar el descontento.

¿Qué les impide hacer justicia y penalizar a los culpables?

 

 

 

¿Sabe el 15M donde empieza y termina la clase media?

Existe un debate sobre el anuncio de la puesta en marcha del impuesto del patrimonio, y el límite que se está discutiendo como el límite de ingresos que delimitará y separará la clase media de la clase alta.

En mi opinión, con independencia de ese límite, hay que tener mucho cuidado con la delimitación de lo que entendemos por clase media.

Sé que con ello me meto en un asunto muy polémico y algunas de las cosas que diga no gustaran a todo el mundo.

Para mí el criterio no ha de ser únicamente el dinero, sino el poder en su totalidad, ya que es lo que les convierte en una élite enemiga de la gigantesca clase media.

Para empezar señalaré algunas actitudes que no me gustan, porque distorsionan en mi opinión una lucha de clases que en su inicio estaba muy bien planteada y que corre riesgo de desdibujarse.

La tentación de actuar como justicieros:

Tuvimos en Murcia un intento de robo masivo a unos grandes almacenes, para dar comida a los hambrientos, los desahucios que empezaron con el buen criterio de paralizar las expropiaciones de los bancos, ahora intervienen en desahucios de arrendatarios de renta antigua, en Londres hubo una revuelta que terminó en asaltos a los comerciantes, para robar artículos que no era siquiera de primera necesidad.

Detrás de todo eso reconozco que hay un sentido de justicia social, pero también hay una falta de visión estratégica, porque se pierde de vista al verdadero enemigo causante de nuestros peores males.

La clave es darse cuenta que estamos ante una lucha de clases:

En mi opinión, estamos ante una lucha de clases, y si nosotros no sabemos cuál es la clase a la que tenemos que combatir, difícilmente lograremos nuestros objetivos. Dividir el 15M provocaría que las manifestaciones fueran perdiendo fuerza.

La maltratada clase media.

La maltratada clase media.

En 2008 escribí un libro (de libre descarga) “La maltratada clase media” (En Febrero de 2009 hice la última reedición), son 101 páginas de opinión sobre economía , escrito por una persona sin apenas conocimientos relativos a esa disciplina, y que simplemente se considera un buen observador.

Yo admito que no tengo ni idea de cual sería la cifra adecuada para poner un impuesto de patrimonio, y la verdad, es que no me preocupa mucho donde se ponga ese límite.

Lo que si me preocupa es la amenaza de radicalización excluyente en el seno del 15M que confirmarse, podría adelgazar el colectivo de la indignación considerando sólo clase media a una parte, que aun siendo numerosa, no representaría a todos los indignados, ni a toda la clase productiva del país, ni a la que realmente genera riqueza.

Cada cual que ponga los límites donde le parezca, a mí me interesa situar el límite de la clase media alta con el de la clase ata en relación a unos criterios de la lucha de clases que está produciéndose en el contexto actual.

Para ello tenemos que separar a la clase productiva de la clase puramente especuladora.

Tenemos que recordar contra quienes estaban dirigidos los lemas de las pancartas del 15M.

Lo peor que podemos hacer es perder de vista a nuestro enemigo, y dedicarnos a causar daños colaterales en nuestras propias filas.

Importancia estratégica de la fortaleza de una clase media alta:

En mi opinión, la clase media alta también es clase media, y además es una parte muy necesaria de la clase media para los objetivos del 15M por varios motivos. El motivo principal es que esta clase media alta, es la única capaz de frenar mínimamente al monstruo del gran capital. Desde un punto de vista estratégico, considero a las pymes en estos momentos como uno de nuestros mejores aliados, y tal y como dije antes empiezo a ver cierto movimiento izquierdista, que con la intención de hacer justicia social, podría terminar causando más mal que bien en el seno del movimiento.

Favorecer a las pymes en contraposición a las grandes corporaciones es corregir el principal error económico fruto de la globalización, que no fue otro que la indeseable concentración de poder sobre las grandes corporaciones financieras.

La clase media alta me parece socialmente muy beneficiosa, genera empleo, y no tiene el poder de los grandes especuladores ni hace uso de la ingeniería fiscal de los grandes monopolios, ni hace uso de paraísos fiscales, ni están en el mercado de valores, ni van a Moncloa a reunirse con Zapatero para decirle como tiene que gobernar .

Considerando a la clase media alta como si fueran clase alta, se está dividiendo de forma peligrosa el movimiento 15M para convertirlo en un movimiento de izquierdas que perdería mucha fuerza, y sería hacer un inmenso regalo para el gran capital.

Las pymes no son enemigos del sistema, son las victimas del sistema, porque este se ha globalizado y ha apostado por crear corporaciones monstruosas, con tanto poder que superan al poder político. Son ellos los que gobiernan. Son ellos los que fabrican las crisis. Son ellos los que salen reforzados de las crisis. Son nuestros enemigos.

Mucha gente cree que cuanto más dinero se recaude con el impuesto del patrimonio, más le llegará a él, pero olvidan el efecto perjudicial que tendría sobre las pymes y por lo tanto muy beneficioso para el gran capital que es experto en eludir impuestos.

Retrato de la clase media alta:
Las ciudades están llenas de pequeños comercios, que han sido víctimas de la avaricia recaudadora de un estado que les ha mandado a la quiebra en demasiadas ocasiones por los impagos de las administraciones. Además, estos negocios tienen que competir con las estrategias agresivas del gran capital. La pequeña y mediana empresa genera mucho empleo y está siendo muy maltratada desde una política que se limita a beneficiar al gran capital.

Las pymes no son el gran capital, son el enemigo del gran capital. Por eso son clase media.

Las pymes desaparecen y mueren asfixiadas por la crisis, y por la retirada del crédito de los bancos. No les demos la puntilla.

Retrato de la clase alta:

La clase alta son unos pocos miles de personas que concentran todo el poder financiero.

“47.000 personas pagaban la mitad de todo lo recaudado por el patrimonio”
Mollinedo aplaude ahora que el Gobierno medite recuperar este impuesto. “Cuando el PSOE empezó a hablar de suprimirlo se acuñó una frase: ‘Bajar impuestos también es de izquierdas’. Parece que ahora subirlos también es de derechas»

En 2008, cuando Zapatero, cumpliendo su promesa electoral, suprimió el impuesto de patrimonio, la Unión Nacional de Funcionarios de Gestión de Hacienda, el sindicato mayoritario en el cuerpo técnico de la Agencia Tributaria, se opuso. “Zapatero y Solbes alegaron entonces que se había convertido en un impuesto sobre las clases medias y que se había quedado obsoleto. Pero no es cierto. La tabla del último ejercicio de recaudación, en 2007, muestra que apenas 47.000 personas con patrimonios superiores al millón y medio de euros pagaban la mitad de la recaudación total por este impuesto (2.121 millones)”, explica el secretario general del sindicato, José María Mollinedo.

La crisis actual ha sido el fruto una política permisiva con los monopolios que han gozado del privilegio inmerecido del autocontrol que nunca se concede a las pymes.

Las grandes fortunas continúan ganando dinero con la crisis despidiendo trabajadores creando empleo basura, llevándose la producción al extranjero para usar mano de obra barata y acumulando riquezas en paraísos fiscales.
Las grandes empresas no tienen fronteras, son de ámbito global,  su efecto dañino es padecido en los países donde los monopolios se dedican a destruir a las pymes para suprimir esa competencia para una vez monopolizado todo el mercado hacer su santa voluntad.

Los grandes bancos, las eléctricas, las grandes empresas de telecomunicaciones, las empresas ferroviarias, el lobby del copyright, La Iglesia católica, las petroleras, los grandes almacenes, los grandes constructores, son el gran capital, y están aliados con el poder político, el judicial, y el mediático, para exprimir a toda la clase media. Las pymes son la competencia de estos grandes monstruos.

Conclusión:

La izquierda no es la solución, nunca lo fue, la solución es toda la clase media unida contra la clase alta.

En mi opinión, el matiz de este enfoque puede ser la clave del éxito de la lucha de clases actual,  porque la clase alta es en definitiva el grupito de cuatro gatos que nos están machacando y a los que estamos favoreciendo cada vez que atacamos a la clase media alta.

La izquierda se equivoca cuando ataca a la víctima fácil que son los que tienen un poco más que la media, porque con eso no hacen otra cosa que facilitar el trabajo sucio del gran capital que es al que hay que combatir entre todos, cuantos más mejor.

Las pymes a efectos de los objetivos del 15M también son clase media, y si les hacemos pupa estaremos alimentado a los monstruos del gran capital con sus cadáveres.

Ya no somos esclavos, somos una legión de ciudadanos.

Democracia real ya!

Democracia real ya!

Estamos inmersos en una lucha de clases donde todos los poderosos se han asociado contra una gigantesca clase media productiva con el fin de parasitarla. El nivel de parasitismo ha ido creciendo en las últimas décadas hasta un límite en el cual todo el sistema está próximo a derrumbarse, porque han encontrado el límite de explotación de la ciudadanía al robar el futuro a una gran parte de una generación.

La única alternativa para combatir ese abuso de poder es dar conciencia colectiva de clase a toda la clase media a través de Internet, para así poder controlar a tanto sinvergüenza. El 15M es el inicio de un fenómeno global que persigue acotar el exceso de poder y la desvergüenza de una nueva clase alta. Una clase política desligada de los intereses ciudadanos y enfocada en los intereses de unos mercados que campan por sus fueros.

Incluyo dentro de la clase alta a políticos, a los medios, a los especuladores, a lo que se denomina ahora mercados, y en general a todos los que de alguna forma gozan del suficiente poder para procurarse a ellos mismos privilegios que van en contra de los intereses generales de los ciudadanos. La ciudadanía es en realidad la inmensa clase media productiva.

Insisto, se trata de una lucha de clases a nivel mundial, donde Internet jugará el papel de dar cuerpo y mente a la ciudadanía de todo el mundo. Nos hemos dado cuenta de que ciertos aspectos de la política no se pueden dejar en manos de los políticos, porque estos no son neutrales ni representativos de los intereses ciudadanos. Si no se globalizan ciertos aspectos de la política, la globalización de los mercados continuará primando la competitividad y el consumismo actuando en contra de los intereses ciudadanos.

El 15M es el resultado de una acción contundente para demostrar que los ciberactivistas no son cuatro gatos, ni son entidades virtuales, son una parte muy importante de la expresión de la voluntad popular, y que el descontento de la ciudadanía merece mucha más atención.

Lo que se trata de denunciar con este movimiento es que los sistemas de representación democrática se han ido amañando para que ya no nos representen. La democracia se ha convertido en una mera coartada de los políticos para decir que el pueblo ha elegido, que el pueblo es soberano, y luego hacer impunemente lo que les dé la gana.

Dentro del amplio espectro político de los partidos, existe una parte de intereses que todos ellos comparten. Son intereses de la clase política en general, y que se han ido consolidando en forma de privilegios de todo tipo. Hablando mal y pronto, han convertido a la clase política en una puñetera mierda que no vale para casi nada.

La intoxicación mediática consigue transmitir al ciudadano la idea de que las alternativas se limitan a los partidos más corruptos y más poderosos (voto útil). Nos hacen elegir entre el cianuro y el arsénico.

Las democracias ofrecen alternancias bastante ficticias porque el ciudadano intenta elegir a sus representantes entre partidos con intereses que poco tienen que ver con los suyos. De hecho, todos ellos al no estar controlados mínimamente por los ciudadanos, actúan parasitando a la clase trabajadora.

El 15M ha permitido que ya no nos veamos como esclavos. Ahora somos una legión de ciudadanos, con capacidad para decidir estrategias de control que garantice nuestros derechos.

Coincido plenamente con la lectura que hace Enrique Dans del fenómeno 15M. Recomiendo leer la entrevista que le hizo Isabel Rodríguez, en iLeón.

«Los partidos han visto que algo se ha roto»
Por Isabel Rodríguez (02/06/2011)

El popular bloguero e impulsor del movimiento ‘No les votes’ para castigar a PP, PSOE y CIU por haber aprobado la Ley Sinde, responde sobre la evolución del movimiento 15M y los próximos pasos a seguir.

Trackbaks en el Blog de E.Dans:“Los partidos han visto que algo se ha roto”, entrevista en iLeón

No sé si se ha roto algo, pero el 15M algo empezó a cambiar y seguirá cambiando porque la ciudadanía ha tomado conciencia de sí misma. Hemos pasado del conformismo y de la desilusión, a la indignación y al deseo de actuar.

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