
¿Elegimos a nuestros representantes, o elegimos otra cosa?
¿De verdad se cree alguien que esta crisis es fruto de los errores de los políticos? Cuando los errores de forma reiterada van a favor de los que los cometen, deberían recibir otro nombre menos amable.
Lo cierto es que las crisis aumentan el diferencial de poder entre la gigantesca clase media y una clase alta que amalgama los poderes financieros y políticos.
¿Puede hacer algo la clase trabajadora para evitar tanto abuso de poder? Me refiero al poder ejercido desde una democracia donde casi toda la clase política está al servicio de poderes financieros. Unos poderes que han aumentado por efecto de la globalización de los mercados y que han terminado tomando el control de la política. Han dejado a la democracia reducida a una parodia de sí misma.
No me gusta hablar vagamente de poderes políticos, ni financieros, ni de mercados, ni de clases porque es generalizar y despersonalizar. Todos sabemos que hay nombres y apellidos detrás de cada abuso, pero son tantos y tan graves, que tenemos que preguntarnos ¿A quiénes representan nuestros políticos?
Una cosa parece evidente. A nosotros no nos representan. Solo toman nuestro voto y se lo apropian para hacer lo que les venga en gana durante algunos años y luego que les quiten lo bailao. Si de verdad fueran representantes nuestros, no se hartarían de promover iniciativas que van en su interés particular, en el de sus amiguetes y familiares, en el de las finanzas y de la industria, etc.
No hace falta explicar que La Iglesia, la industria de la cultura, los bancos, y demás lobbys que frecuentan los círculos de la élite económica y política están todos en esta pomada.
A toda esta gente pringosa les encanta untarse mutuamente. Un representante de verdad no podría durante decenas de años porculizar a sus representados en su propio beneficio, y sin embargo vemos que el modelo democrático en España y en muchos sitios más, ha alcanzado cotas surrealistas de inmoralidad y desfachatez.
En estos tiempos mandan unos personajes que viven del chanchullo, de los favores mutuos, de la especulación, de la corrupción, y del atraco con guante blanco, y por desgracia la justicia no es autosuficiente para poner orden, está muy politizada, y no hace gran cosa.
Se trata de una situación ofensiva. Alguno tiene la caradura de decir que duerme poco porque la economía va mal, pero también dice hay que rebajar el sueldo a los funcionarios, quitarles el subsidio a los parados de larga duración, facilitar el despido, aumentar la edad de jubilación, subir el iva, la electricidad, etc. Pues nada oiga, una pastillita y a dormir como un tronco des pues de eso. Háganos un favor, tómese el frasco entero y verá que bien duerme.
Esta cacquita de representantes que dice lo que tenemos que hacer, se sube el sueldo y se adjudica toda clase de privilegios económicos que no necesitan, porque ya no saben dónde meterlo, mientras piden a los ciudadanos que se maten a trabajar para morir en la miseria. No es de extrañar que los paraísos fiscales no hagan otra cosa que inflar sus cuentas opacas.
Estos políticos mienten más y mejor que lo cosacos, y en lugar de estrujar a los paganos de siempre deberían buscar en otro lado. Las autonomías son un pozo sin fondo donde se generan gastos muy superiores a los ingresos.
Por lo visto, es mejor putear a los ciudadanos que putear a los amiguetes. Creo que merece la pena recordar algo.
UPyD propone hoy (25-05-2010) en el Congreso ahorrar 15.000 millones de gasto «superfluo» de las comunidades autónomas
En su moción, a la que tuvo acceso Europa Press, Díez considera que, para evitar el «despilfarro» en las comunidades autónomas, el Gobierno debería recortar el número de consejerías y parlamentarios autonómicos, así como el de personal de confianza y de libre designación.
Asimismo, aboga por reducir las llamadas «embajadas autonómicas» y las empresas del sector público no administrativo, así como el presupuesto de radios y televisiones públicas, observatorios, agencias, consorcios y fundaciones de todo tipo cuya existencia no responda o no haya servido para la eficaz prestación de servicios públicos o, en la práctica, dupliquen la función de las agencias estatales activas.
¿Nos damos cuenta de la barbaridad que supone recortar el sueldo de los funcionarios tal y como se hizo, manteniendo niveles de enorme derroche en los gastos regionales?
Con las contribuciones a la seguridad social no deberían haber especulado. Estas, como mínimo deberían servir para que el que ha contribuido con sus aportaciones regularmente durante toda su vida, tenga garantizados una serie de derechos mínimos porque sinó ¿qué estamos pagando con eso?
Se han gestionado muy mal los fondos de la seguridad social, y no se puede decir ahora que hay que contribuir hasta los 67 años para sanearlos. Si se trata de sanear la seguridad social, y el estado puede actuar sin comprometerse a nada sobre este asunto, que pongan la edad de jubilación a los 97 y asunto arreglado, porque así todo se lo quedará el estado y de esa forma podrán dedicarse a malgastarlo en lo que les dé la puta gana.
La afirmación de que la esperanza de vida ha aumentado y que eso descompensa todo el sistema, no es del todo cierta. Para la actual clase trabajadora la esperanza de vida no ha aumentado tanto. De hecho, al estar sometida a un creciente nivel de estrés fruto del aumento de la precariedad laboral resulta que: Tenemos menos tiempo para ir al médico, abusamos cada vez mas de comidas rápidas o descompensadas, se deteriora la vida familiar, cada vez hacemos menos ejercicio, aumentan los accidentes laborales y los suicidios, etc.
El aumento de la esperanza de vida en las clases acomodadas sí ha sido espectacular gracias a los avances médicos. La esperanza de vida de… por ejemplo de los señores diputados que deciden estás cosas, es de 20 años más que el de un trabajador mileurista. Por ello retrasar la edad de jubilación dos años más perjudicará mucho más a las clases menos acomodadas. Se me olvidaba que ellos se pueden jubilar casi cuando les dé la gana.
Considero la propuesta de jubilación a los 67 como pura esclavitud con premio de muerte prematura, y eso pretende hacerlo un gobierno que dice ser socialista.
La esperanza de vida se empieza a frenar
La longevidad creciente toca techo en EE UU tras décadas de crecimiento – Los malos hábitos y la obesidad están detrás del cambio de tendencia
Aunque la esperanza de vida global se toma como un indicador de progreso, debería observarse aún más en detalle qué ocurre incluso en los diferentes barrios de una misma ciudad. «Entre los más ricos y los más pobres de una misma ciudad puede haber una diferencia en la esperanza de vida de 20 años», afirma Benach. «Y con la crisis está claro que están aumentado el paro, la precariedad y las desigualdades», añade.
Los políticos no están representando a los ciudadanos, todo lo contrario, están representando los intereses de la clase que estruja a la inmensa mayoría de la ciudadanía. El tema de la forma en que pretenden legislar las pensiones para sí mismos, contrasta con las que pretenden aprobar para los ciudadanos y deja muy claro que son cualquier cosa menos representantes nuestros.
Tengo que señalar que todavía hay quien ha tenido la decencia de ponerse en el pellejo de los ciudadanos a la hora de pedir un poco de cordura en estos sangrantes temas. Tenemos actualmente unos 1200 diputados (demasiados) que están tomando decisiones para garantizarse sueldos vitalicios y que juegan a convencernos de que hagamos más agujeros a nuestros cinturones para que continuemos apretándonoslos cada vez más, y más…
Rosa Díez llevará al primer Pleno del Congreso del año su propuesta de suprimir las pensiones parlamentarias
Díez ya ha intentado en dos ocasiones sin éxito que las Mesas del Congreso y el Senado revoquen el acuerdo según el cual las Cámaras pueden facilitar a los diputados y senadores con al menos siete años en activo alcanzar la pensión máxima en el caso de que, una vez que se jubilen, no hayan cotizado los años necesarios para tenerla por su actividad profesional.
El debate sobre los supuestos privilegios de los que disfrutan los cargos públicos se ha reavivado estos días a raíz del ‘fichaje’ por parte de sendas compañías eléctricas de los ex presidentes del Gobierno Felipe González y José María Aznar y la conveniencia de que ambos renunciaran a las retribuciones vitalicias a las que tienen derecho por haber sido jefes del Ejecutivo.