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Quitando la careta a E.Dans

Pido mil disculpas por ser tan cansino con el tema E.Dans, pero a este señor hay que quitarle la careta porque es un poderoso influencer que no es sincero y actúa en contra de lo que predica.

Gorki, no seguir al que te insulta, o incluso bloquearlo, implica que no verás lo que dice de ti, no que no lo diga. Eso es lo que se llama la estrategia del avestruz, y te aseguro – y lo sé por experiencia – que no soluciona el problema. Telefonica no tiene ningún problema con que yo hable por teléfono con alguien y te ponga a parir a ti, pero porque es un medio privado. Si voy a un canal de su televisión y hago lo mismo, tú los denunciarás y a mí dejarán de invitarme. Si alguien usa Twitter para insultar, difamar, hacer bullying, acosar, etc. merece que lo echen y que traten de impedir que vuelva a entrar.

Me molesta que alguien que me ha bloqueado en Twitter por recordarle sus meteduras de pata, se permita el lujo de dar lecciones a Twitter y a todos los demás criticando lo que él mismo hace. La captura en la imagen siguiente acabo de hacerla para comprobar que sigo bloqueado.

EDans en twitter

Además coincido con Gorki:

Desde el momento que de Twitter sólo recibo, (si exceptuamos algunos anuncios), lo que escriben quien voluntariamente sigo, no entiendo como me pueden hacerme “bulling”, pues basta con eliminar de la lista de seguidos, a quien incordia y se acabo el problema.

Twitter es un sitio donde el baneo o el bloqueo resulta más eficaz y menos conflictivo. En Twitter no es una simple estrategia de la avestruz porque evitas que los comentarios de esa persona no lleguen a tus seguidores que en el caso de E.Dans son muchos y quizás por eso me baneo a mí que le estaba dejando en mal lugar.

Lo que ocurre es que le gusta presumir de ser muy tolerante y no lo es. E.Dans tiene parcelas de conocimientos conflictivos que defiende a ultranza y cuando el tiempo empieza a quitarle la razón se va posicionando con sutiles rectificaciones hasta poder asegurar que su postura sobre el tema siempre fue la correcta.

En las redes sociales usa la interactividad para recabar información sobre ciertos temas polémicos, pero en medios como la televisión si que usa la prudencia y evita entrar en los temas en los cuales acostumbra a levantar polémicas encendidas en su propio Blog y son unos cuantos. Por ejemplo sobre el uso de los paraísos fiscales por parte de las empresas o sobre las exageraciones de ciertas tecnologías emergentes que más de una vez terminaron en fiasco como la Google Glass.

Hay algo más, al final E.Dans hace un diagnóstico que creo muy equivocado, quizás por estar basado en sus propias malas experiencias en Twitter.

los insultos y el acoso no son el único problema de Twitter: también están los bots absurdos, elspam y algunos más. Pero si Twitter quiere tener futuro, sola o gestionada por un tercero, tiene únicamente dos opciones: corregir este problema, o corregir este problema. No hay más.

Yo esos problemas los he padecido en otras redes sociales pero no en Twitter, y E.Dans es una persona que tiene un manejo muy torpe de Twitter. La gente en Twitter no perdona ni una. Yo lo veo como algo muy interesante de Twitter y no como un problema

Banear o bloquear no es algo tan malo, consiste en no dar facilidades para hablar mal de ti mediante los accesos que tú mismo facilitas a las personas que te siguen. Por eso yo no lo considero comparable a limitar la libertad de expresión y si alguien cree que le conviene usarlo, que lo use, pero que no sea tan hipócrita de negarlo.
PD (19 de noviembre de 2016):

Si alguien cree que esto es alguna especie de desliz puntual, hoy (19-nov) leo en el Blog de Enrique Dans lo siguiente:

«Mi opinión sobre la enésima batería de cambios introducidos por Twitter es que siguen sin entender absolutamente nada. Desarrollar nuevas herramientas para que los usuarios ofendidos puedan bloquear y ocultar a quienes les ofenden no es válido: equivale a proponer a aquellos que son acosados que adopten la estrategia del avestruz, que piensen eso de que si no lo ven no les va a doler. Completamente absurdo, y rayano en lo insultante. Proponer nuevas herramientas para denunciar abusos es igualmente tonto, porque basta con un único sistema, claro, sencillo y fácilmente accesible».

Como es normal he tenido la curiosidad de saber si continuaba bloqueado y… en efecto, continuo bloqueado. Más que nada lo he consultado por intentar entender como se puede ser tan hipócrita para dar consejos a los demás que él no sigue y como se puede presumir de no cometer baneos contra los que como yo simplemente discrepan de sus opiniones. Un baneo que el califica de «estrategia del avestruz»,  o algo «Completamente absurdo, y rayano en lo insultante», o simplemente «tonto».

Son calificativos que parecen dedicados a sí mismo y que se quedan incluso cortos por pretender negarlo porque lo grave no es banear aunque sea algo de eficacia discutible, a mí me parece lícito hacerlo, lo que no tiene sentido es criticarlo duramente y hacerlo.

No soy el único baneado ni esto se debe a un cambio de actitud reciente de E.Dans. Muchos dicen que siempre fue así. http://carlosblanco.com/2010/03/16/enrique-dans/

PD (29 de noviembre de 2016):

Enrique Dans no pierde oportunidad de afirmar que censurar es un error. Supuestamente esa es su opinión, la mía sería un depende, yo no soy tajante, pero en cualquier caso si uno insiste hasta la saciedad en una idea debería ser coerente

Noticias falsas, redes sociales y censura

Es muy largo y solo señalo un par de frases y dejo el link.

«No es el caso. Siempre, de manera sistemática y categórica, he estado en contra de cualquier tipo de censura entendida como tal.

Lo que hay que intentar, como ya comenté en un artículo anterior, es intentar promover el desarrollo del pensamiento crítico,»

No hay forma de saber cuantas personas ha censurado E.Dans ni sus motivos pero yo estoy baneado por contradecir determinados argumentos que considero erróneos y lo hago con menor insistencia de la que el usa para defenderlos y tampoco es cuestión de repetirme.

PD (6-Diciembre-2016)

Cada vez que insulta a los usuarios que hacen lo que él mismo hace, miente y lo hace constantemente. Véase este otro ejemplo:

Una respuesta muy diferente a la tomada por redes como Twitter, en las que esas dinámicas no son tristemente la excepción sino la norma, y que como mucho, llegan a ofrecer a los usuarios herramientas para que puedan llevar a cabo la absurda “estrategia del avestruz”, para poder ocultarse a sí mismos las dinámicas abusivas, pretendiendo aquello de “si no puedo ver el problema, ya no existe”.

PD (sobre mi necesaria insistencia):

Yo me limito a señalar cada intervención de E.Dans que considero errónea y engañosa. No solo en lo relativo a su postura sobre la censura, sino sobre otros temas mucho más importantes. De hecho, uno de ellos es el que más me ha motivado a señalarle las veces que haga falta y seguramente tiene que ver con la forma en que E.Dans ha terminado censurándome.

En concreto le dediqué un artículo: E.Dans y la imagen de las industrias que envenenan nuestra atmósfera.  En él, señalo una cita de E.Dans donde afirma lo siguiente: “Las voces que surgieron pretendiendo que lo ocurrido era algún tipo de “práctica común” en la industria chocan con la terca realidad de un año después, en la que la marca alemana sigue siendo la única procesada, cargos criminales incluidos, en todo el mundo por haber fabricado automóviles que excedían hasta en cuarenta veces los límites de emisiones permitidos.”

Habrá quien opine que mis críticas a E.Dans son cansinas, pero Enrique Dans niega la evidencia de forma reiteiterada, y tratándose de una persona con mucha infuencia hay ciertas cosas que no conviene dejar pasar. Estamos ante el tema posiblemente más grave al que se enfrenta la humanidad y que va mucho más allá de lo ocurrido con Volkswagen.

La postura de E.Dans es muy nociva y pertinaz: www.enriquedans.com/tag/volkswagen

Yo me limito a opinar lo contrario cada vez que él insiste en su postura y lo hago por muy buenas razones que seguidamente explicaré.

Greenpeace analizó los antecedentes de los representantes que han sido designados por los gobiernos para sentarse en el grupo oficial que propondrá los nuevos límites a la contaminación del aire en toda Europa. El resultado es que de 352 miembros, 183 están directamente relacionados con la industria, ya sea por los propios agentes que van a ser regulados o por los grupos de presión que representan sus intereses. El resultado es que el beneficio económico se está anteponiendo a la salud pública y a la sostenibilidad de todo el medio ambiente de nuestro planeta.

E.Dans no está con el mundo del conocimiento, sino con su peor enemigo, el mundo del dinero. No se puede estar en ambos lados, los que conocen la historia de Aaron Swartz, saben de qué hablo. Los que no la conocen deberían informarse, porque está en juego un mundo mejor.

 

 

 

Edans persiste en sus errores, y añade alguno nuevo.

Puede que mis opiniones no sean siempre muy acertadas, ¿pero no sería mejor que eso lo decidieran los demás?

La verdad es que no he conseguido que Enrique Dans sea consciente de lo peligroso que es disculpar ciertas prácticas por parte de las grandes potencias económicas. Lo máximo que he conseguido es que para hacerle llegar mi opinión tenga que recurrir a mi propio Blog que tiene una visibilidad limitada, ya que escribo en él muy de vez en cuando y tiene pocas visitas.

Hoy quería haberle hecho llegar mi opinión en Twitter, pero me he encontrado esto:

EDans

Enrique Dans

No puedes seguir a @edans ni ver los Tweets de @edans porque te ha bloqueado. Más información

Se toma esto como algo personal, pero se equivoca. Admito ser una mosca cojonera, pero no más que él, y no por gusto, más bien es porque soy tan tozudo como él. Enrique insiste en sus argumentos de siempre, e incluso sabiendo que muchos como yo vamos a estar en total desacuerdo, pone la venda antes de padecer la herida.  La venda está puesta en su artículo.

 Antes de que nadie me acuse de defender prácticas fiscales evasoras, me parece importante hacer notar lo que ya he comentado en muchas otras ocasiones…

Esta vez titula su artículo como El desastre fiscal europeo. Es un artículo lleno de información interesante, como todos los suyos, y recomiendo leerlo, pero también advierto que sus conclusiones están equivocadas, como viene siendo habitual cuando habla de estos temas. Me daría lo mismo si no fuera porque creo firmemente que contribuyen a una distorsión la realidad muy negativa.

Se trata siempre del mismo falso dilema hábilmente defendido. Insiste en señalar que la culpa no es de las empresas, es de los políticos, como si ambas cosas fueran mutuamente excluyentes.  La realidad es que la culpa es de ambas partes, y en mi modesta opinión es incluso mayor en la parte de los mercados, porque desde que los políticos contribuyeron a crear monstruos empresariales y financieros para competir en el mercado global, estos se hicieron con el control de la política mediante coacciones, sobornos y puertas giratorias, corrompiendo así la democracia a nivel global. Estamos sufriendo consecuencias espantosas.

Yo no soy anticapitalista, lo que creo es que el capitalismo está peligrosamente enfermo, se ha salido de madre completamente, y ha logrado corromper la democracia para escapar a muchos controles políticos que limitaban sus beneficios por medidas de interés general.

La globalización económica y los medios de mediáticos/informáticos, se han amalgamado para sostener la superestructura ideológica que está conduciendo a un aumento constante del diferencial de riqueza, a un aumento del paro y a una perdida del nivel adquisitivo que colapsa la economía.

Creo en el libre mercado, pero sin trampas tales como la concesión de un amplísimo nivel de autocontrol a las empresas.

Yo me temo que Enrique se ha integrado dentro de esta superestructura ideológica ultracapitalista. Quizás por eso algunos medios, que en buena parte son parte del problema, le tratan muy bien.

Enrique acostumbra a dar una de cal y otra de arena, pero cae cada vez con más frecuencia en contradicciones. Una de ellas es la de censurar las opiniones de aquellos que no piensan como él. En mi caso, el enfrentamiento dialéctico con Enrique se recrudeció aquí: Las gafas de ver en el caso Volkswagen, dedicado a Edans.

El nuevo error de Enrique se llama censura, y como tal creo que me beneficia a mí y le perjudica a él.

 

Acatar leyes vs. colaborar con la censura.

¿Acatar la ley es un principio irrenunciable?

La censura siempre se implementa mediante la imposición de leyes injustas que recortan la libertad, así que no se puede reducir todo el, problema al acatamiento de unas leyes en los diferentes países con diferentes legislaciones, tal y como dice que va a hacer Twitter, que además está en su legítimo derecho de hacerlo.

Ni siquiera nos ofrecen total garantía el hecho de que las leyes sean dictadas por regímenes democráticos. Los ciudadanos no tenemos el control de la democracia y existe un claro corporativismo entre partidos que finalmente se ponen de acuerdo en lo que les beneficia a ellos en perjuicio algunas veces del interés general.

Por eso algunas leyes traicionan el espíritu democrático recogido en la carta magna de esos países donde lo que en realidad termina imponiéndose son partitocracias, lobycracias y corruptocracias.

No acatar una ley conlleva pagar un precio, y pagarlo es una opción.

El estado de derecho es lo que nos separa del caos, y no existe una alternativa al estado de derecho, pero eso no implica que tengamos que ser obedientes con todas las leyes, que en teoría serían de obligado cumplimiento.

La esencia de la desobediencia civil consiste precisamente en el hecho de asumir el riesgo de no obedecer normas que se consideran injustas.

La industria de los contenidos viene imponiendo por la fuerza, y tiene muchísima, sus intereses que a pesar de ser lícitos chocan frontalmente contra una serie de derechos fundamentales.

Vivimos unos tiempos en los cuales los ciudadanitos obedientes estamos siendo premiados con una crisis brutal. Somos borreguitos conducidos a palos al matadero. No están los tiempos como para jugar con las libertades de los ciudadanos.

El ciudadano podría optar por pagar el precio de no obedecer la ley si el acatamiento de la ley resulta desastroso.

¿Puede alguien poner en duda los frutos que a lo largo de la historia nos ha proporcionado la desobediencia civil?

La desobediencia civil no es algo que pueda exigirse a nadie, porque no sale gratis. Al contrario es una heroicidad que nos sitúa, salvando las distancias a la altura de personajes como Nelson Mandela, Mahatma Gandhi o Martin Luther King.

Se ha criticado mucho a Twitter por su anuncio de acatar la leyes de los diferentes paises donde opera, pero no podemos exigir a ninguna persona  ni a ninguna empresa que sean unos héroes y que se autoinmolen por el bien de la sociedad.

La censura actualmente recae sobre medios de comunicación, y sobre todo en Internet donde la libertad es mucho mayor. Ello afecta a la oferta de servicios de redes sociales, buscadores, blogs, etc.  y como es lógico la desobediencia civil resultaría especialmente dura para aquél que tenga mucho que perder como es el caso de Twitter.

Para el propietario de una gran empresa, mandar a la porra todo el trabajo de toda tu vida por no acatar una ley, no es una opción muy razonable.

Oskar Schindler fue un industrial alemán que salvó a 1100 judíos del holocausto Nazi, pero no se enfrentó a cara descubierta al poder establecido, sino que los engañó corriendo un riesgo considerable. Aquello le costó la bancarrota.

Las heroicidades no son algo exigible, pero la libertad se pierde por culpa, no solo de los opresores, sino de los que consienten la opresión, que pese a eso deben ser tratados como víctimas, nunca como verdugos opresores. En el caso de Twitter y de los que opten por ceder a las presiones, poner en duda el derecho a la propia supervivencia sería ir demasiado lejos.

Los que tenemos tanta culpa o más somos todos los internautas, porque no hemos sido capaces de parar esto a tiempo.  Hemos infravalorado nuestra libertad y por eso la estamos perdiendo. En España la mayoría de la gente que critica a Twiller habrá votado al PP al PSOE o a CiU que nos colocaron la Ley Sinde. Da igual lo que haga Twitter si cada uno no hace lo que está en su mano.

¿A quién pertenece Internet?

Si tuviéramos un mínimo de espíritu democrático nos daríamos cuenta de que Internet pertenece a los internautas y son los internautas los que de facto deberían dictar las normas.

Internet necesita de una regulación global en base a una redefinición más amplia de la carta de derechos humanos donde se contemplen los ciberderechos demandados por la inmensa mayoría de los internautas y que como tales no existen, pero que son muy necesarios.

Los internautas estamos defendiendo estos ciberderechos de forma global, porque parcelar Internet políticamente, o de cualquier otra forma, es completamente absurdo.

Las leyes en Internet, se quiera o no, las dictarán los internautas, porque de otra forma Internet será ingobernable.

Internet no pertenece ni a los mercados ni a los políticos. Internet pertenece a de los internautas que es como decir a todos los ciuddanos.

PD (1-feb-2012):
Sin duda lo más importante de todo este asunto, al margen de otras cuestiones, es que se está produciendo una involución muy peligrosa en los derechos humanos:

Censura en Twitter: un baño de realidad
Toda censura, sin importar quién ni el lugar desde el cual se ejerza, siempre será negativa, porque cercenar el derecho a la libertad de expresión suele funcionar como punto de partida para limitar otros derechos fundamentales que tenemos como ciudadanos. Sin perjuicio de esto, la decisión de Twitter de bloquear selectivamente los contenidos que se consideren ilegales en determinados países, se ha convertido en un triste baño de realidad sobre lo que ocurre hoy tanto en la red como fuera de ella.

PD (1-feb-2012):

Ricardo Galli, al cual no he mencionado en este post, publicó un artículo muy polémico que le valió un bonito flame. Mitos y leyendas de la “censura Twitter”

Lejos de amilanarse y sabedor de sus poderosas razones para decir todo lo que dice, se vuelve a meter en ese bonito jardín que debe emanar un perfume irresistible para él.  😉

La libertad de expresión, y las imposturas

Creo que en este segundo post queda aún más claro que Ricardo no defiende para nada la censura. Defiende los derechos de cualquier negocio y añade algo muy importante relativo a lo complicado que es ofrecer un servicio en Internet de cierto éxito, por el acoso legal de cierta gente.

Yo creo coincidir bastante con este planteamiento, pero tampoco debemos olvidar que todo esto es así, porque estamos inmersos en una guerra de intereses declarados contra Internet. Algunas veces hay que distinguir entre lo importante y lo más importante.

Yo a pesar de estar de acuerdo con lo que dice Ricardo (no sobra absolutamente nada), y por poner una pega, algo a lo que no me resisto,  echo en falta una mención más contuntente para lo que nos estamos jugando todos. Nuestra libertad.

Por otro lado, en lugar de atacar a Twitter o a Ricardo deberíamos haber pensado en lo que votamos en las últimas elecciones, porque es la forma de cambiar las cosas. #nolesvotes y por coherencia #silesvotastenollores

Las libertades en Internet no son un asunto menor.

El FBI echó gasolina al fuego.

marzonegro

Robert Weisberg, Professor of Law en Stanford Law School, “Megaupload: a lot less guilty than you think“, y este otro con vídeo incluido de Yochai Benkler, Profesor de Entrepreneurial Legal Studies en Harvard y co-director del Berkman Center for Internet and Society, “MegaUpload shutdown is an attempt to kill technology“.marzonegro

Esta es una página que está circulando por las redes sociales con la velocidad del fuego sobre un mar de gasolina. El marzo negro será una de las muchas respuestas que la red ha puesto en marcha.

La desmedida avaricia de los intermediarios y representantes de los creadores está creando el peor de los escenarios posibles para cultura. Nada menos que una guerra entre usuarios y la industria.

Ante la estupidez de la insistente criminalización de la sociedad, Internet reacciona y planta cara (#RedResiste).

Venimos padeciendo incalificables medidas de censura, intimidación, coacción y represión de usos y costumbres generalizados en los usuarios de Internet. Admitámoslo, estos son tan incómodos para la industria, como legítimos.

Esta situación lleva siendo planteada en términos de guerra contra la «piratería» por parte de la industria, constituida en poderoso lobby.

Lo que en realidad todo el mundo percibe es una sucia guerra contra ciertos usos legítimos de Internet que perjudican unos intereses legítimos, pero nunca superiores a los derechos fundamentales que están siendo vulnerados por el poderoso lobby.

Aunque la mentira se repita durante años cientos de veces al día en los más importantes medios de comunicación, compartir ficheros seguirá siendo legal por los siglos de los siglos, y lo mismo cabe decir del derecho a enlazar cualquier contenido.

El resultado final es que el usuario de Internet acusa recibo de la infame declaración de guerra en la cual están en juego unas libertades que brillan por su ausencia en otros países como China, Irán o Corea del Norte.

Los ciudadanos no estamos pagando a los imbéciles que nos gobiernan para que se cisquen en nuestros más fundamentales derechos recogidos en nuestra constitución, en la de la mayoría de las constituciones de países democráticos y en las declaraciones de los derechos humanos.

Hay que admitir que los avances tecnológicos han provocado la ruina de algunos negocios que no han sabido adaptarse a los nuevos tiempos con la rapidez requerida (Tales como Kodak, o Espasa Calpe) pero criminalizar a la sociedad no es la solución de nada en absoluto.

Han surgido nuevos modelos de negocio gracias a Internet, pero algunos modelos de negocio tradicionales han entrado en crisis y el derecho a no padecer este tipo de crisis, no existe en ninguna legislación, por muy importante que sea el negocio afectado.

El detallito de las malas formas dice mucho sobre lo que se pretendía en realidad:

La forma en que se ha procedido contra Megaupload ha perjudicado a ciento ochenta millones de usuarios en todo el mundo. No se intentó minimizar el efecto perjudicial  en víctimas colaterales.

Esa barbaridad es tanto como decir a medio planeta, «si usaste Megaupload jódete».

¿Acaso no son las personas físicas las que cometen delitos? Es lícito castigar a los usuarios legítimos de una empresa, porque su dueño cometió presuntamente algún delito.

Se actúa supuestamente en defensa de la propiedad del copyright y de momento lo que han conseguido es violar los derechos de  ochenta millones de personas. Derechos de todo tipo: de privacidad, de intimidad, de propiedad intelectual, de presunción de inocencia, etc.

A grandes rasgos esto acaba de hacerlo EE.UU. con total arrogancia a los internautas de todo el mundo, y esto es echar gasolina al fuego.

PD (22-ene-2012):

FACUA advierte que los usuarios de Megaupload tienen derecho a recuperar sus archivos privados
La protección de la propiedad intelectual no puede llevarse al extremo de crear un Estado policial del copyright en el que los usuarios se encuentren sometidos a un Gran Hermano que pisotee derechos tan básicos como la intimidad, la privacidad y el secreto de las comunicaciones.

PD (31-ene-2012):

Enrique Dans nos ofrece más enlaces interesantes.

Robert Weisberg, Professor of Law en Stanford Law School, Megaupload: a lot less guilty than you think, y este otro con vídeo incluido de Yochai Benkler, Profesor de Entrepreneurial Legal Studies en Harvard y co-director del Berkman Center for Internet and Society, MegaUpload shutdown is an attempt to kill technology.

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