¿Nuestra visión antropocéntrica del mundo es cosa del pasado? Más bien parece que poco a poco continuamos avanzando y tomando conciencia de lo poco especiales que somos.  La imagen de la foto muestra la ceremonia del funeral de un chimpancé.

Funeral de un chimpancé

Funeral de un chimpancé. fotografía de Monica Szczupider publicada en la sección Visions of Earth de la web de National Geographic

Podemos ver cómo sus compañeros no pierden detalle.  El link es de un Blog de fotografía pero se hace un comentario que ha resultado polémico.

La imagen está tomada en el Centro de Rescate de Chimpancés de Sanaga-Yong y muestra a un grupo de residentes del centro claramente afectados por la muerte a causa de un fallo cardíaco de Dorothy, una hembra de 40 años. Y pensar que hay gente que se traga lo del creacionismo…

Se ve que todavía hay alguno que cree que hablar de evolución es una mera opinión, porque el comentario ha suscitado en ese Blog una cadena de comentarios  muy reveladores de como las personas nos vemos a nosotros mismos y como vemos a otros animales, porque hay que recordar que somos animales.

El mazazo de la teoría de la evolución a la visión antropocéntrica del ser humano es tremendo porque demuestra que no somos nada especiales.

Es absurdo negar la evolución. Los estratos geológicos no mienten, la genética molecular no miente, la ciencia no miente, mienten los de siempre. Para mí debatir sobre creacionismo es como debatir sobre astrología, radiestesia, espiritismo o religión. Que cada uno crea lo que quiera pero para mi todo cae en la misma categoría y no me interesa convencer a nadie de las bondades de la ciencia, porque cuando se duda de la ciencia se está negando a uno mismo la única forma de acercarse a las verdades demostrables. ¡OJO! No he dicho demostradas, he dicho demostrables y hay una diferencia abismal que muchos no parecen entender.

Estamos demasiado orgullosos de nosotros mismos como especie. Me atrevería a decir que hay gente muy bestia y animales muy civilizados. ¿Somos tan distintos como para considerarnos incomparablemente superiores a los chimpancés? ¿Merecemos una atención especial de un Dios todo poderoso? ¿Si somos tan especiales, para que se molestó Dios en hacer un universo tan grande para nosotros? Creo oportuno señalar uno de los vídeos más vistos de YouTube donde se nos muestra nuestra verdadera importancia en el universo.

¿Acaso no nos hemos dado cuenta que somos una mierdecilla insignificante perdida en la inmensidad de un vasto universo? ¿No hemos aprendido aún que el universo no gira a nuestro al rededor?

Nuestras similitudes con los simios se fundamentan en un origen común.

 

Diferencias porcentuales entre pares de bases del ADN de los homínidos

Diferencias porcentuales entre pares de bases del ADN de los homínidos

La similitud entre el genoma humano y el del chimpancé es del 98,77%.  El cromosoma 2 humano, equivale a una fusión entre los cromosomas 12 y 13 del chimpancé, y el resto de los cromosomas son muy similares.

Recientes evidencias provenientes de los análisis de ADN sugieren que el bonobo (Pan paniscus) y el chimpancé común se separaron como especies distintas hace solo un millón de años aproximadamente, mientras que la línea del chimpancé que desembocó en los humanos se separó de la de los chimpancés  aproximadamente hace seis millones de años. Hubo especies más cercanas a nosotros y pertenecientes a nuestro mismo género, el género Homo pero no han sobrevivido.

En la clasificación tradicional, la familia Hominidae estaba compuesta exclusivamente por primates bípedos (géneros Homo, Australopithecus, Paranthropus, etc.). Actualmente, según la taxonomía cladística cuyo uso se está imponiendo en primatología, los Hominidae incluyen además de los anteriores a los grandes simios (gorilas, chimpancés, orangutanes) anteriormente clasificados en la familia de los póngidos, debido a su similitud y su alta correlación genética.

¿Cuándo apareció el ser humano en La Tierra?

Mala cosa si nos basamos en las afirmaciones infumables del Génesis. Creo que pocos son los que continúan dando alguna validez a esos textos. Ahora La Iglesia los considera alegóricos porque ya han sido refutados, pero fueron presentados y asumidos como verdades reveladas por Dios durante mucho tiempo. Con esa rueda de molino llamada Génesis comulga ya poca gente y La Iglesia lo sabe.

Lo he preguntado muchas veces. ¿En qué momento de la evolución el ser prehomínido adquirió alma y se transformó en ser humano? ¿Apareció acaso un monolito de color negro y brillo metálico con las proporciones mágicas 1,4,9 y acompañado de un fondo musical de «Así habló Zaratustra» de Richard Strauss? ¿Vinieron unos seres espirituales extraterrestres y nos infundieron un alma?

Los textos sagrados no mencionan la evolución, porque los inventores de estos textos no la conocían. Los textos sagrados jugaron a hacer cosmología con muy poco éxito. La religión ha tomado las ideas de la ciencia que le apetecían y ha despreciado lo que causaba conflicto con la tradición religiosa.

La condición humana desde el punto de vista de la ciencia no goza de ninguna diferencia cualitativa con nuestros parientes más cercanos los chimpancés. Todo se reduce a una serie de características evolutivas que fueron surgiendo poco a poco y esto plantea un grave conflicto para esa visión antropocéntrica de La Iglesia que considera que el ser humano a diferencia de otros animales fue hecho nada menos que a imagen y semejanza del mismísimo Dios creador del universo. (Si fuera cierto sería sin duda un inmenso honor).

La autoconciencia en algunos animales.

El ser humano acabamos de ver que genéticamente es casi idéntico a un chimpancé. Estos, al igual que otros primates superiores como el orangután o el gorila, y al igual que otros animales sin relación filogenética como los elefantes o los delfines, tienen autoconciencia.

Es decir, estructura de pensamiento de estos animales está estructurada en base al Yo, y son capaces de reconocerse a sí mismos como un ser distinto de cualquier otro. Por ejemplo pueden usar un espejo para advertir manchas en su cuerpo que de otra manera no pueden ver, o usan una forma especial de identificación en relación a sus congéneres a modo de firma tal como acostumbran hacer los delfines. A continuación un video que demuestra la autoconciencia en chimpancés y orangutanes.

Todos estos animales son capaces de transmitirse conocimientos a modo de cultura primitiva. Los chimpancés y los delfines desarrollan técnicas de caza que se transmiten de generación en generación. Los chimpancés aprenden el uso rudimentario de herramientas. Los elefantes se dejan guiar por el individuo adulto con más experiencia y tienen una gran memoria. etc. La diversidad cultural en las poblaciones de estos animales es muy llamativa, solo puede ser explicada por la tradición en los usos y costumbres entre los individuos de una comunidad que tienen capacidad de aprender unos de otros y de reconocer entre ellos a los que tienen categoría de expertos.

Los chimpancés tienen alguna habilidad mental en la cual nos superan ampliamente. Concretamente memoria visual. Este vídeo es un clásico, pero debería hacernos reflexionar sobre la dificultad de comparar habilidades mentales con tanta ligereza.

 

Otro vídeo que me gusta mucho es este otro porque se les ve a todos ellos interaccionando y superando desafíos a su inteligencia a veces colaborando, a veces en solitario. Al parecer el más listo no es necesariamente el jefe, ¿acaso no demuestra eso lo parecidos que somos?

PD (29-octubre-2009)

Sobre la historia de la foto de cabecera podéis ver información adicional en inglés aquí.