El retroceso de nuestros derechos en Internet es una realidad:
Algunos hablan de logros, pero haciendo un rápido balance de los acontecimientos de los últimos 11 años, vemos que la virulencia del ataque contra nuestros derechos en Internet no ha hecho más que aumentar.
Para que esto se vea claro basta reseñar un breve apunte sacado de nuestra Declaración de Derechos de Internet del Senado español de hace poco más de 11 años:
«Declaración de Derechos de Internet del Senado español (9-12-1999)«:
El ordenador personal y el domicilio electrónico son inviolables. Ninguna entrada o registro podrá hacerse sin consentimiento del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito.
Éramos más progresistas y modernos en 1999 que ahora en 2011, vamos marcha atrás:
El término ‘domicilio electrónico’ fue la denominación que dieron a un ‘sitio electrónico’ para describir con crudeza la connotación de inviolabilidad de los mismos. ¿Nos damos cuenta de que la Ley Sinde establece justo lo contrario? De hecho el contenido de la ley tay como muchos han explicado ya, es indefendible.
Nos limitamos a parar los golpes, pero no conseguimos pararlos todos. Estamos perdiendo un terreno precioso y cuando queramos darnos cuenta va a costar mucho recuperar el terreno perdido. La industria de los contenidos no conseguirá sacar provecho de ello, pero esta pataleta estéril es muy destructiva, porque nos acerca a modelos totalitarios, y nos aleja de la sociedad de la información moderna. Es una estrategia retrógrada.
Con la actual Ley Sinde han provocado tal diluvio de despropósitos legales, que dejarían muchas de nuestras leyes fundamentales en papel mojado, pero se han quedado tan tranquilos. Puede que eso se deba a nuestra incapacidad de reacción más allá del machaque frenético de nuestros teclados. Parece claro que algunas protestas han de ser presenciales para ser tenidas en cuenta. Comentarios, como los de Jose María Lassalle del PP, afirmando que los críticos de la Ley Sinde somos cuatro gatos, son la prueba de que Internet no es el vehículo apropiado para que estos sordos se enteren de la cantidad de gente que rechazamos con rotundidad la ley Sinde. Desde un punto de vista político La Ley Sinde, ha sido aprobada en el senado con 244 votos a favor y 12 en contra. Eso no indica ningún nivel de consenso, sino la profunda desconexión de la clase política con sus ciudadanos.
No somos cuatro gatos:
Conviene aclarar que los internautas somos todos los españoles que usamos Internet, y no un grupúsculo molesto de usuarios que ya fue calificado de cuatro gatos. Desde 2008 la mayoría de los españoles usa Internet, y actualmente 15 millones de Españoles se conectan a Internet diariamente, la inmensa mayoría de forma asidua, muchos lo hacen a través del móvil.
Por todo ello los derechos de los internautas no es un asunto baladí. Es un asunto demasiado serio para ser dejado en manos de los políticos. Es mucho mejor que los ciudadanos recordemos a los políticos quién está al servicio de quién, y qué es lo que queremos, en lugar de dejar que conviertan ese espacio de libertad y de información en una nueva caja tonta o en un nuevo negocio.
¿Porqué ha cambiado tanto el cuento?
La percepción de Internet desde la política ha cambiado radicalmente. Ahora ya no lo ven como una oportunidad sino como una amenaza, y después de las revueltas de Túnez y de Egipto, más todavía. Los domicilios electrónicos ahora se llaman páginas web.
Como ciudadano me asombra que cambie tantísimo el cuento desde aquel (9-12-1999). Parece que caperucita se comió al lobo. Internet ha pasado de ser el tren que no podíamos perder, a ser algo muy distinto, porque los sectores amenazados por los cambios tecnológicos han despertado en medio de la vía viendo como el tren se les viene encima, y en lugar de apartarse, pretenden que se aparte el tren. ¿¿¿???
La ley Sinde se sitúa fuera del marco legal actual. No se ajusta a nuestra norma constitucional, porque para la limitación de derechos fundamentales se requiere la condición de Ley Orgánica de la cual carece esta ley. En el fondo y en la forma de implantarla, es una ley intolerable además de inútil para los propósitos aludidos, y muy dañina para nuestras libertades y para nuestro desarrollo como país. Se trata de un afán de control por el control que puede conducir a cosas peores.
Cuentos aparte hay un par de preguntas que conviene hacerse:
¿Qué ocurrirá si la suspensión de derechos fundamentales dejara de estar garantizada por el poder judicial?
El estado de derecho se basa precisamente en eso. Tanto las normas jurídicas del Estado como las actuaciones de sus autoridades, deben respetar, promover y consagrar los derechos esenciales de las personas.
Si se abandona el estado de derecho entraríamos en un tipo diferente de estado con una ausencia de garantías para los ciudadanos. Un pais que abandona la cultura del respeto a la legalidad y al estado de derecho es de facto un estado totalitario.
Todavía hay mucho paleto incapaz de leer y entender más de seis letras seguidas (PP-PSOE). Así nos va.
¿Qué ocurrirá si Internet empieza a ser controlado de forma preventiva por el estado?
Ocurrirá que a a los políticos les llegarán presiones muy poderosas desde sectores de la política de la iglesia, de la industria, etc. todos ellos con intereses particulares para penalizar de forma opaca a unas determinadas actividades en Internet y favorecer otras por puro afán de lucro, o por intercambio de favores, y otros intereses partidistas, sobre los cuales el ciudadano no tendrá ningún control.
Para llevar a cabo ese tipo de control se requerirán esfuerzos legislativos y policiales especializados cada vez mayores para reprimir eficazmente nuestras libertades. Parte importante de nuestro dinero se dedicará a eso. Entraremos en una época aún más oscurantista que la que ya tenemos.
Estas formas ya caracterizan el sistema China, que ejerce su ferreo control y de censura sobre Internet obligando a todas las empresas a autocensurarse, y controlando Internet con una brigada de contención en la que trabajan actualmente decenas de miles de personas vigilando los contenidos y cerrando las páginas incómodas para el régimen.
La concesión del premio Nobel de la paz a Liu Xiabo, un disidente Chino que osó luchar a favor de la democracia, puso en aprietos a China porque en ese inmenso país nadie había oído hablar de ese hombre debido a la eficiencia de su sistema de censura.
Aquellos que consideran la voluntad popular expresada a través de Internet como un problema, pueden terminar viendo a la voluntad popular expresada por las urnas como un problema. Las urnas ofrecen garantías en el resultado de una consulta formal, pero lo esencial es que estamos ante un desprecio absoluto de la voluntad popular, y eso es muy peligroso.
A muchos progres de ahora instalados en el cinismo habría, que recordarles aquello de dime de que presumes y te diré de que careces.
Ante la inminente manifestación del día 13 en Madrid, que ya anuncié en mi anterior post, os propongo algunos lemas (no todos son míos).
Elige tu propio Lema o añade el tuyo en los comentarios:
- No a la ley Sinde.
- Sinde fuera, no nos representas.
- Internautas somos todos.
- No somos cuatro gatos.
- No más liberticidios.
- No a la ingerencia política de la industria culturicida.
- No más puertas al campo.
- No a la violación de domicilios electrónicos.
- Jueces o enriqueces.
- Sinde, Sinde, no de queda un finde.
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