No es el momento de hacer propuestas concretas, pero tarde o temprano llegará el momento de presentar propuestas. Yo respeto cualquier opinión, pero tengo muy claro lo que no debemos hacer.
No representamos ideologías políticas ni de otro tipo, y tenemos que tener el máximo cuidado con evitar la división del movimiento, o este podría morir despedazado desde el interior.
Por ejemplo: Yo soy ateo beligerante, y para mí y para mucha gente sería importantísimo terminar con la injusticia de la confesionalidad encubierta y la falta de separación iglesia estado, pero jamás se me pasaría por la cabeza aprovechar este movimiento para impulsar ese tipo de cambios que yo considero de absoluta necesidad, porque socialmente no existe la unanimidad en estos temas.
Si descubrimos que en algo no podemos estar todos de acuerdo, hay que apartarlo de las propuestas de un movimiento que ante todo pretende ser universal.
Unos pocos ejemplos: «No a los privilegios para la clase política» «No a una ley electoral que distorsiona la voluntad popular» , «Mayor transparencia con los dineros públicos» ¿Alguien no está de acuerdo? Seguramente son propuestas justas y de mucha mayor aceptación que cualquiera que tenga que ver con la religión por ejemplo.
¿Dónde poner el límite de la clase media y la clase alta?
Tengo publicado un libro que se titula «La Maltratada Clase Media» quizás lo más importante del mismo sea que fue escrito en 2009. Considero que en parte ya ha quedado anticuado después de toda esta gran movida de la «Democracia Real Ya», pero en él se apuntaba muchas de las ideas que han marcado estos movimientos, que básicamente son la respuesta de la clase media trabajadora, a una clase alta formada por una amalgama de poderes que han terminado domando la democracia mediante el amaño de un montón de normas que les favorecen.
Para mí la cosa está clarísima. Se trata de una lucha de la ingente clase media trabajadora, que es la productora de riqueza, contra una clase alta privilegiada donde podemos situar a políticos, y financieros, pero ¡cuidado! También tenemos que evitar las tentaciones de deriva de ultraizquierda porque dividiríamos el movimiento. Los límites de la clase media deben permitir incluir dentro de esta clase al mayor número de personas posible, o de otra forma volveríamos a introducir división en el movimiento.
En mi opinión, los pequeños empresarios son tan víctimas del sistema actual como los ciudadanos. La morosidad de las administraciones han hundido cantidad ingente de pequeños negocios agravando el problema. Los pequeños empresarios, para mí no son clase alta, no son poderosos, son gente que trabaja duro, que asume riesgos. ¿Ha defendido alguien a los pequeños joyeros de la inseguridad ciudadana? Son clase media porque no son poderosos. El poder es la clave, y por eso los medios de comunicación también están incluidos en esta clase alta.
La precariedad del empleo viene impuesta desde las grandes corporaciones contra las cuales es muy complicado competir. Entre otras cosas porque el estado permite el autocontrol de muchas grandes corporaciones para favorecer su competitividad y para acceder a intercambios de favores inconfesables, y ya sabemos donde nos ha llevado el autocontrol financiero.
Una metodología de trabajo concreta:
La forma de construir un ideario sólido sería exponer una lista de propuestas sujetas a un test de popularidad donde sólo se permita someter las propuestas al voto crítico, porque en mi opinión lo único que interesa conservar como propuesta, es aquello que reciba el menor número de críticas. Cuanto más exigentes seamos en ese sentido más universal será el movimiento y por lo tanto más fuerte y más útil.
Sugiero que implementar un sistema que permita a los ciudadanos hacer propuestas, debatirlas y someterlas a una votación crítica, es algo que deberíamos probar.
Nuestros propios límites:
Ponernos límites puede resultar frustrante. Por ejemplo volviendo al tema de la religión, no vamos a poder terminar con el infame contrato del estado español con El Vaticano, pero es mejor limitar las propuestas a aquellas que sean objeto del máximo consenso.
Creo que el tipo de propuestas políticas polémicas deben de estar reservadas al ámbito de la política tradicional.
Los temas polémicos deben desaparecer de nuestro ideario.
GredXII
Gran artículo que convida a reflexionar seriamente sobre muchos temas de los que se están hablando hoy en día gracias a estos movimientos, esperemos que todo salga bien.
Antonio Castro
Gracias a ti, GredXII.
Nos leemos.