Ya tuve que responder en este Blog a una pregunta que tampoco me gustó. ¿Está la en crisis? El articulista de ‘El País’ Jacinto Antón,  presentaba su artículo con la siguiente entradilla: El futuro parece ya demasiado cerca para imaginarlo. La literatura de ciencia-ficción pasa por una crisis achacable a los nuevos hábitos culturales, aunque el género funciona en otros formatos. Los viejos maestros desaparecen y no surgen nombres a su altura.

Me encuentro esto otro escrito por Alfonso Merelo Solá: http://memorando.blogia.com/2008/091101-404.-malos-tiempos-para-la-ciencia-ficcion-en-espana..php

Destaco trés parrafos:

A los seis años de edad, este que les escribe, ya leía ciencia ficción. Desde esa época han pasado ya 43 años y sigo leyendola, o, al menos, lo intento. Y digo lo intento porque, al menos entre lo que se escribe en España, la empresa se está convirtiendo en algo cada vez mas difícil.

Parece que Alfonso lee mucha ciencia ficción, prefiero pensar que si lo hace será porque no está tan mal.

Es cierto que aún existen algunos autores que persisten en hacer incursiones en el género de ciencia ficción. Los veteranos como Domingo Santos o Ángel Torres Quesada o los más jóvenes como puedan ser Lola Robles, Joaquín Revuelta, Daniel Mares o Carlos Castrosín, y algunos mas, continúan en la brecha, pero son minoritarios en ese aspecto, con respecto a todos los demás escritores del fantástico.

A mí tampoco me gusta la ciencia ficción demasiado fantástica, pero no creo que sea un mal género. A mucha gente le encanta, y concluye en plan derrotista.

¿Veremos el fin de la ciencia ficción escrita en español? Esperemos que no. Sería una gran pérdida.

Pido disculpas anticipadas porque voy a parecer un tanto arrogante, pero es que no me ha gustado nada este artículo tan derrotista. Yo soy un autor novel de ciencia ficción,  lo que me gusta es la ciencia y he leído más ciencia, que ciencia ficción. A esta última la considero un género difícil porque ha de situarse como mínimo un par de pasos por delante de la ciencia y eso cada vez es más complicado. ¿Han oído a los científicos responsables del proyecto del gran colisionador de hadrones (LHC) utimamente? Están emocionados porque pueden descubrir que están totalmente equivocados y que no han comprendido nada hasta ahora. Eso ocurrirá si no encuentran el bosón de Higgs (partícula de Dios) y para ellos, no encontrar esa partícula sería un éxito emocionantísimo, porque confirmaría que la mayoría de sus hipótesis están equivocadas.

Lo que quiero decir con todo esto es que incluso a los propios científicos les está costando distinguir la realidad plausible de sus propias fantasías teóricas, pero este no es el único motivo que induce a los escritores de ciencia ficción a fantasear más que antes. El cine tiene mucho que ver, y hemos pasado de hacer películas con excelentes guiones de ciencia ficción a hacer películas con impresionantes efectos especiales con un resultado comercial mucho más seguro.

La ciencia ficción ha de apartarse de la magia para presentar las cosas de un modo más racional aunque sea de forma pseudocientífica. Yo no quiero dar a entender que la fantasía sea un recurso facilón, porque tiene su público, y hay obras maestras dentro del género fantástico.

Aparte del libro hay otras formas de hacer llegar historias. Por ejemplo hay una gran cantidad de series televisivas que necesitan guionistas. Todo eso también es ciencia ficción. Es una forma diferente de crear ciencia ficción que antes no estaba tan desarrollada. Sinceramente creo que algunos escritores se han contagiado  (no en el sentido peyorativo) del tipo de cine que se hace ahora, e intentan escribir novelas demasiado fantasiosas para mi gusto. Es algo que a mí no me preocupa, porque si no puedo leer algo bueno de ciencia ficción hard, (la que a mí me gusta), me pongo a escribirlo yo. Mientras yo disfrute como un enano con lo que escribo jamás se me ocurrirá criticar la situación de la ciencia ficción ni caer en el derrotismo. Qué autocomplacencia, qué arrogancia y qué atrevimiento por mi parte ¿verdad? Pero es así como lo siento.

Intento ser humilde que es una de las cualidades que más valoro en un ser humano, pero ante mi propia obra, prefiero que sean los demás los que opinen porque yo no puedo ser imparcial. Yo solo digo que disfruto mucho con lo que escribo y que eso no me pasa casi nunca con lo que leo de ciencia ficción.

En realidad este es uno de los motivos que me ha impulsado a dar el paso de escribir. Me ha pasado varias veces de ser totalmente incapaz de pasar de la tercera página de un libro de ciencia ficción que supuestamente tenía una buena cantidad de lectores. Otros best sellers que sí he leído hasta el final, me han dejado bastante frío. A pesar de ello la ciencia ficción me entusiasma y no me preocupa su situación actual lo más mínimo. Cada vez que encuentro algo que me gusta de verdad disfruto el doble. Incluso en mi obra he visto que las partes que aburren a unos a otros les entusiasman a otros y viceversa.

Yo sería un creído si me atreviera a calificar a autores de buenos o malos con arreglo a mi propio gusto. Sé que soy exigente, y sé que cada lector exige cosas distintas a una obra. Ahora está de moda la fantasía. Bueno nada que objetar excepto que esa literatura no es para mí. De hecho, algunas de esas obras en el cine adornadas de acción y efectos especiales me resultan bastante entretenidas, así que todo es cuestión de la forma en que se vive la obra. Sí uno está predispuesto en una determinado estilo narrativo todo lo demás le parecerá inferior. Para gustos están los colores.

He de decir que al ser novel y ser autoeditor, aún no me ha leído mucha gente, pero la poca crítica que he recibido es tan buena que prefiero no creérmela demasiado. No es que en un ataque de humildad descarte un futuro éxito, ni mucho menos, es que creo que un escritor debe tener tan clara su linea de trabajo creativo que no debe de dejar influenciarse por nadie. Cuanto menos se base un autor en las obras de los demás mejor, más original.

Comprobar que has sido capaz de emocionar a una persona hasta el punto de leer tu obra de un tirón y desear más es muy halagador, y para un escritor novel es además muy motivante, pero estoy seguro de que todo creador en el momento de crear debe ser lo más impermeable posible a la crítica y al alago, salvo que persiga objetivos puramente comerciales.

Un lector insatisfecho como Alfonso es un buen escritor en potencia. No me gusta esa actitud derrotista. No se da cuenta Alfonso de que la solución a lo que él ha planteado está precisamente en la yema de sus propios dedos y no en dedos ajenos. Yo a Alfonso le diría que si es un lector exigente de ciencia ficción, ya tiene mucho ganado como potencial escritor, debería intentar escribir algo en lugar de quejarse.

Me niego en rotundo a aceptar una crítica genérica a la ciencia ficción actual. Ahora no hay excusas para no escribir un libro. Para llegar al público ya no hacen falta los editores tradicionales. Corremos el riesgo de comprar solo lo que los editores quieran poner de moda y si la ciencia ficción que nos gusta no está entre los best sellers de las grandes editoriales quizás estén en otra parte. Soy consciente que el filtro de calidad que hacen las editoriales es importante, pero no podemos limitar la cultura al fenomeno del negocio de la distribución de estas grandes editoriales porque entre la infinidad de obras que quedan fuera, algunas si tienen calidad e insisto. Hay gustos para todo.

Yo publicaré en Lulú mi primer volumen de la serie Éxodo. Es de libre descarga desde la página principal de mi página web. He retirado temporalmente la versión encuadernada porque la maquetación ha de ser corregida. (Estoy en ello). A cualquiera que le guste la ciencia ficción le invito a leerlo. Especialmente a los que creen que no les puedo sorprender. Sí recibo una crítica negativa, será la primera y la agradeceré igualmente.