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Los transgénicos. Una tecnología peligrosa.

Me entero de que China va a interrumpir durante cinco o diez años cultivos de transgénicos de trigo, arroz, y soja. Los resultados de los transgénicos no han sido los esperados. Han aparecido problemas tales como malezas resistentes a los herbicidas, y otros problemas más que han dado al traste con la productividad.

Los alimentos cuestan más por el encarecimiento de la producción al pagar por las semillas, cuando tradicionalmente el agricultor guardaba granos de las cosechas anteriores, hoy se ve obligado a comprar semillas nuevas para cada cosecha y con ello no mejora ni el rendimiento ni la calidad del producto. El impacto sobre la salud humana es simplemente desconocido porque se han hecho muy pocos estudios. Algunos de ellos mostraron debilitamiento del sistema inmunológico, desarreglos en el desarrollo de órganos internos, interferencia en el crecimiento de ratas jóvenes y cambios en la estructura y función intestinal.

Otro riesgo es el de las Bacterias patógenas podrían asimilar el gen transgénico de resistencia a los antibióticos, en el aparato digestivo, a través de un alimento transgénico que lo contenga.

Uno de los principales argumentos que da esta industria es el hecho de que basta usar un solo herbicida. Las ventas del herbicida Round Up subieron estrepitosamente, pero la aplicación masiva de un solo herbicida está conduciendo a la aparición de malezas resistentes que terminan apoderándose del cultivo, perdiendo el transgénico su mayor ventaja.

De todo lo que he leído lo que más me ha gustado es un artículo que nos ilustra cual es el origen de los problemas en esta industria.

Sobre la Biotecnología

El rápido desarrollo de la biotecnología ha sido erróneo, precipitado, masivo y muy dañino para la salud y el ambiente. Su desarrollo ha consumido ingentes recursos económicos y humanos que deberían haberse destinado a otros campos de la investigación que son prioritarios. La investigación exhaustiva en Biología básica hasta tener un nivel suficiente de conocimientos debe ser previa a la investigación biotecnológica.

Ha sido un error desarrollar la biotecnología (agravado por su aplicación masiva), sin tener previamente bases sólidas en Biología, donde se está aún en pañales; en Microbiología, donde apenas se conoce el 3% de las especies microbiológicas; en Ecología General y Ecología Microbiológica (donde se ignora casi todo, siendo evidente que cuando se desconoce el 97% mal se pueden conocer sus interacciones mutuas y en relación a las variables del entorno).

Ya que se ha llegado a tener una serie de conocimientos y se han podido desarrollar técnicas efectivas, la cuestión ahora es su utilización en lo que sea útil para la sociedad humana, y no para el enriquecimiento de unas pocas corporaciones privadas. Desde la Ecología, y basándose en consideraciones estrictamente científicas, no hay una oposición a toda la biotecnología, pero sí hay oposición radical a cuanto represente la liberación en el ambiente de cualquier organismo transgénico.

En principio no habría oposición científica a la experimentación y producción de organismos mutados genéticamente en uso confinado, pero siempre bajo estrictas condiciones de estanqueidad del contenedor, según la categoría de confinamiento que corresponda a la peligrosidad de los organismos investigados, y mientras existan garantías objetivas acerca de la eliminación correcta y total de los residuos. Pero estas condiciones no suelen darse en la práctica, ni se pueden dar en el contexto de un sistema científico que se ha degradado hasta una tecnología mercantilizada.

Un problema de confianza en la industria:
Mi opinión es que todo lo que se desconoce infunde temor y en el caso de las industrias donde, lo que impera es el dinero, el miedo tiene mucha justificación.

Nos dijeron que ya no quedaban centrales nucleares inseguras superado el problemilla de Chernóbyl, porque aquella central obsoleta no tenía un edificio de contención y bla, bla, bla. Ahora tenemos un nuevo modelo de central obsoleta, que es el de Fukushima, pero para tal consideración fue necesario un tremendo desastre comparable al de Chernóbyl.

Los transgénicos desde un punto de vista meramente científico y de investigación, dudo que impliquen necesariamente un peligro en sí mismos, pero hablamos de ciencia aplicada que no es lo mismo que hablar de ciencia pura. La ciencia siempre es neutral, pero la aplicación de la ciencia casi nunca lo es.

La industria farmacéutica tiene unos controles muy severos, pero en los transgénicos los controles son necesariamente insuficientes. Desconocemos los impactos sobre otras especies y sobre los ecosistemas, porque ello requeriría estudios muy amplios, y a muy largo plazo.

Me temo que los riesgos en el uso de los transgénicos no han podido ser evaluados de una forma rigurosa, y eso ya es un problema muy importante.

Jugando a la ruleta rusa con los efectos colaterales:
Nos comportamos como aprendices de brujos cuando menospreciamos la sabiduría que encierra el patrimonio genético de nuestro planeta, adquirido durante millones de años de evolución. Jugamos a ser dioses, y de vez en cuando nos damos cuenta de que una especie, o toda una familia de ellas, empieza a sufrir problemas de enfermedades, por hongos, o virus, etc. Me estoy refiriendo a algunas pandemias graves que han aparecido en todo el planeta, y que ocurren sin un motivo claramente identificado pero que podrían tener relación con nuestra industria y la forma agresiva de usarla en los ecosistemas.

El resultado es que esas especies, empiezan a desaparecer a gran velocidad del planeta. Los anfibios y las abejas son ejemplos muy conocidos, pero las consecuencias de su desaparición son continuamente infravaloradas. El efecto dominó de la desaparición de estas especies sobre otras podría, ser devastador para todo el ecosistema y poner en grave riesgo al ser humano.

En lugar de adaptarnos a la naturaleza intentamos que esta se adapte a nuestras necesidades, y eso nunca funciona exactamente según lo previsto.

Los transgénicos se usan para hacer los cultivos resistentes a las plagas, pero las plagas son una respuesta natural a desequilibrios en ecosistemas artificiales, en forma de monocultivos masivos para aprovechamiento humano por un impacto excesivo en la biodiversidad.

En la naturaleza la productividad y la estabilidad nunca van de la mano. El hombre en su búsqueda de la productividad no ha hecho otra cosa que aumentar la inestabilidad de los ecosistemas y muchos de ellos terminan simplemente destruidos.

Conclusiones:
Mi postura respecto a los transgénicos es de máxima cautela. En estos temas la desconfianza es obligada. Sería la primera vez que la industria se comportara de forma sensata y prudente.

Si te interesa el tema tienes una estupenda selección de artículos sobre la problemática del uso de los transgénicos en:
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1 comentario

  1. Muy buen artículo, análisis y reflexiones en profundidad. Por fon un biólogo ‘normal’ hablando sobre los transgénicos. Hace falta más gente como tu.

    Un sincero saludo,

    Iván Santandreu

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