Parezco un disco rayado. Desde hace años vengo denunciando al PP y a PSOE como partidos totalmente invotables por varios motivos, pero ahora también incluyo a CiU.
La ley Sinde es un asunto mucho más serio que el de una ley antidescargas. Es una ley con un planteamiento que se sale totalmente de lo que corresponde con un estado de derecho, y cuyas motivaciones van más lejos de lo que se admite.
Lo que subyace es un afán de control sobre un medio Internet que empieza a mostrarse como una herramienta muy poderosa para los que no tienen ningún poder. La ley Sinde permitirá la censura de páginas sin garantías judiciales. ¿Qué será lo siguiente? ¿Terminaremos pagando con nuestros impuestos a decenas de miles de personas para que controlen nuestras comunicaciones privadas como en China? Son tentaciones liberticidas de este gobierno.
De momento ya tienen el Sitel, una herramienta tan poderosa que permite espiar las comunicaciones telefónicas de todos los ciudadanos: Con quien hablan, de quien reciben llamadas, cuando lo hacen y lo que dicen. Todo sin garantías judiciales previas. Estamos ante un estado policial.
Un inciso: El inconveniente de diseñar un estado policial de este tipo, es que la policía puede cabrearse si el asunto espiado con Si le afecta directamente como en el caso Faisán. Rubalcaba con el caso Faisán parece estar descubriendo que el poderoso Sitel es un arma de doble filo, pero volvamos al tema.
Para Zapatero el gobierno logrado en las urnas es un mero trofeo que le permite creerse lo de «el estado soy yo». No ha respetado ni al poder judicial, ni el estado de derecho, ni nuestros derechos fundamentales, ni a la constitución ni a nada.
Ahora con la Ley Sinde, quieren controlar Internet, y si perdemos el control de Internet, habremos perdido el mejor bastión de las libertades ciudadanas en nuestro país. Sin Internet libre, estaremos totalmente a mereced de papa estado, o si lo prefieres, del Gran Hermando estado por aquello de Sitel.
Políticos del S.XIX y Ley Sinde: #nolesvotes
Se lo dicen los juristas: la ley carece de garantías judiciales, porque el juez no decide sobre los contenidos; se lo dicen los técnicos y destacados miembros de la cultura española: la ley carece de sentido práctico, porque no resuelve el problema de la industria del entretenimiento; se lo dice la Constitución Española: el reparto de poderes es la base del Estado de Derecho; y se lo dice el Parlamento Europeo: Internet no son cuatro gatos, es «una herramienta indispensable para la promoción de iniciativas democráticas, en un nuevo foro para el debate político».
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