Manifestaciones en Libia.

Manifestaciones en Libia.

La política internacional, funciona mediante el intercambio de favores, y si tienes algo que interese a otros países, estos harán la vista gorda y tendrás un montón de amigos. Cosas como estas son las que explican la traición de España al pueblo saharaui y nuestras condescendientes relaciones con una dictadura marroquí.

Libia tiene petroleo, así que nosotros también fuimos amables con el loco de Gaddafi.

Creo que la locura de este dictador es algo que muchos sabíamos desde hace tiempo, y se puede hablar ahora de ello sin que parezca una incorrección política o una falta de respeto.

“Qué penita nos da ahora la represión, pero bien que les vendemos armas”
Egipto, Libia, Argelia, Arabia Saudí, Marruecos, Túnez. España ha vendido en los últimos años millones de euros en armamento y material de defensa a los países que hoy viven las revueltas por la democracia en Oriente Medio y el Magreb. Unas revueltas que son la consecuencia de años de represión política, policial, militar y que han tenido su capítulo reciente más extremo en el bombardeo sobre civiles en Libia para contener la oposición a Muamar el Gadafi.

El caso de China:
La traición occidental a las minorías oprimidas que luchan por los en China no se saldan con la concesión de un premio nobel.

Este le fue concedido el 8 de octubre de 2010 a un ciudadano chino Liu Xiaobo, que había sido condenado a once años de cárcel por escribir un manifiesto, junto a otros activistas de su país, en el que defendía la libertad de expresión. Es decir, ocurrió dos años después de los fabulosos JJ.OO. de Pekín con la participación de 204 países. Pura hipocresía internacional.

La opresión del pueblo tibetano, la persecución de los defensores de derechos humanos, las detenciones sin juicio previo, la censura total en todos los medios de comunicación, y las ejecuciones de los condenados a muerte que eran normales en China no impidieron la celebración por todo lo alto de los Juegos Olímpicos de 2008. Una vergüenza.

China necesitaba ese empujoncito y desde ese año, ya es la segunda potencia económica mundial según su PIB.

¿Nos hemos olvidado de lo que pasó en China en 1989?

La masacre de la plaza de Tian’anmen, consistió en el aplastamiento de manifestaciones entre el 15 de abril y el 4 de junio de 1989, y que se saldaron con unos 1000 muertos y unos 10.000 heridos.

El régimen actual chino no ha cambiado desde aquella nefasta fecha. Lo único que cambió fue que el pueblo Chino vive desde entonces en el miedo y bajo una represión y una falta de libertad de expresión absoluta.

Conclusiones:
Los casos de hipocresía internacional son realmente sangrantes. Los derechos humanos son moneda de cambio a diario. Se negocia con ellos continuamente sin el menor pudor y con un escaso coste electoral.