Acabo de leer esta barbaridad atribuida a José Antonio González Casanova, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona. El periodista Juanjo Alonso lo califica de marxista e ideólogo del movimiento 15-M. Menuda parejita forman Jose Antonio Gonzáles y Juanjo Alonso. El titular es este:
«Sería bien triste otro 11-M para que la gente fuese a votar»
El ideólogo del 15-M escribió esta triste reflexión para pedir el voto para el PSOE e impedir que el PP llegara a la Moncloa.
Señor Juanjo Alonso: Me habría gustado que el artículo no hubiera metido por medio al 15M, un movimiento ciudadano, muy respetable por lo que tiene de libertad de expresión auténtica, que se declara asqueado de la política. Se que no es la primera vez que le otorgan ese merecido título a ese señor, José Antonio González Casanova.
Le doy eso si la misma valoración que usted al lamentable comentario. He visto pocas barbaridades que resulten más repugnantes que esta. ¿Salió algo bueno de esa masacre? ¿No fue precisamente esa masacre usada para derribar al PP? Tengo que decir que la idea de que derribar al PP puede justificar cualquier barbaridad pudo tener algo que ver en el origen del atentado del 11M aunque el móvil del atentado fuera otro. Pura especulación, quizás tan gratuita como la propia versión oficial de los hechos que se juzgaron de forma vergonzosa.
Acepto todas las críticas que se hagan al PP y seguramente tendría que añadir yo algunas más. Espero que no reciba un voto más porque ni el PP ni el PSOE ni CiU merecen un solo voto.
No me parece de recibo ahorrar críticas al PSOE, o presentarlo como una solución. Ni siquiera es aceptable presentarle como mal menor. Eso sería olvidar que negó la crisis durante años y despilfarró una fortuna en medidas populistas en vísperas electorales disparando el déficit de forma esperpéntica. ¿Hace falta recordar lo que supuso el Zapaterismo?
Plan E, cheque Bebé, devolver 400 euros a los trabajadores que pagan IRPF, abandonó la I+D y se volcó en el ladrillo, permitió el desmadre de las cajas de ahorros, los despilfarros autonómicos en megaproyectos faraónicos sin apenas utilidad, deterioró la labor del Banco de España, alentó el independentismo, cedió importantes ayudas económicas a regímenes antidemocráticos como Cuba, Venezuela o Marruecos, reavivó los odios de las dos Españas. Lo primero que hizo fue un pacto del Tinel, cargarse el pacto antiterrorista, pactar con ETA.
Lo hizo tan mal que de presumir ante el resto del planeta de estar en la Champions League de la economía pasó a ceder en todo a la presión de los mercados. Subió el IVA, arruinó a las pequeñas empresas y en especial a los autónomos, disparó el paro, etc. El PSOE todavía sigue instalado en el zapaterismo con Rubalcaba al frente pese a los descalabros electorales y no se le ocurre decir otra cosa a este… ¿señor?, bueno…, lo que sea…, que sería una pena que hiciera falta otro 11-M.
Se han consentido tantas mentiras en torno al 11-M, se han ignorado tantas ocultaciones y tantas destrucciones de pruebas relativas al 11M, se ha apostado con tanta decisión institucional por una versión oficial infumable, que no me extraña nada que los verdaderos culpables de aquel execrable atentado estuvieran ahora en situación de repetir la misma faena. Fuera quien fuera consiguió lo que quería y le salió gratis gracias al PSOE, al PP, y a personas relacionadas con los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, y con una amplia representación de una institución judicial corrupta.
Fue un atentado genocida alentado por pensamientos fanáticos. Lamento decir que el odio y el fanatismo de este…, ¿Catedrático de derecho?, bueno…, lo que sea…, es la clase de odio que hace posible las peores barbaridades.
La Santa cruzada contra los que no piensan como nosotros es algo que ya hizo la derecha, la izquierda y la propia religión. José Antonio González Casanova, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona no expone razonamientos sino que vende odios como lo hizo Zapatero. Ambos son estudiosos del fanatismo y sus técnicas. Son de la misma cuerda.
La psicología del fanatismo, analizada en una tesis doctoral
El fanático busca sus grandes ideales desde un fracaso personal. Esta figura parece no tener escrúpulos y, sin embargo, los tiene. Es terriblemente ético, sigue, a rajatabla, fiel a sus principios. Nunca nadie puede decir de un fanático que no se compromete. Convierte sus ideas en acción y tacha al resto de inconsecuentes. El fanático tiene amor a la muerte, este romanticismo de la muerte es la clave de su intrepidez».
Este… energúmeno, con cátedra y todo, siente fascinación por el fanatismo violento. La tesis doctoral de Federico Javaloy presenta el fanatismo, bajo un aurea idealizada de romanticismo y renuncia personal.
Esa fascinación por el fanatismo me resulta aberrante cuando no está claramente acompañada del más profundo rechazo. Decir que José Antonio González Casanova es ideólogo del 15M es una de las peores cosas que pueden decirse del 15M. Afortunadamente no es cierto. Solo una minoría fanática puede estar identificada con las formas radicales y violentas de alentar los cambios democráticos. Hoy por hoy el 15M no ha dado aún ese paso de promover la violencia, pese a que muchos han intentado que se viera esa violencia en un movimiento ciudadano pacífico de indignación y repulsa por la destrucción de la democracia y de los derechos fundamentales. Un atentado a las libertades a cargo de la castaza política corrupta y del lobby financiero.
Desde una posición y desde otra se intenta sacar de la ciudadanía los peores sentimientos de odio y resentimiento. Son los vendedores de odios los que se han cargado este pais. Es cierto que de la indignación al odio hay un solo paso, y no considero imposible que ese paso termine dándose en el 15M. Están haciendo todo lo posible para que eso ocurra y el día que los vendedores de odios lo consigan, seremos como ellos y no habrá ninguna diferencia.
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