Julian Assange comentó anoche, en el programa de televisión salvados, que la transparencia total, con alguna excepción de retención temporal, es muy necesaria. Vino a decir que esta sería la forma de compensar a los ciudadanos por el enorme flujo de información que los poderes les hurtan.
Su argumento es que dado que es imposible detener el enorme flujo de información que fluye hacia los grandes poderes establecidos, lo lógico era compensarlo con un flujo en sentido inverso. También afirmó que nada es propiedad del gobierno, a mí me parece una afirmación evidente y sin embargo imprescindible de recordar. Fue una entrevista muy interesante.
Julian Assange explicó una de las claves de por qué en todo el mundo el 1% de la población se está imponiendo al 99%. La información es poder y temo que este se esté repartiendo pésimamente destruyendo todas las democracias.
En relación a este interesante tema, hace poco leí un artículo escrito por Enrique Dans :
Paranoias digitales, mi columna en Expansión
[…] En muchos sentidos, y en gran medida por falta de claridad y transparencia, hemos alumbrado una generación de paranoicos digitales que creen que todas las empresas se dedican a “robar” sus datos y a “traficar” con ellos, cuando la realidad es que eso de “vender” tus datos ocurre en contadísimas excepciones.
[…]
Le contesté lo siguiente:
Creo que este es un artículo de opinión porque sobre las acciones clandestinas de las empresas ninguno tenemos datos fehacientes. De todas formas me parece evidente tu error.
Las entidades bancarias, las compañías de telefonía, las compañía de suministro de gas o luz actúan de forma muy poco ética. Dices que las empresa serias no hacen esas cosas. Los bancos se han sobrado de hacer barbaridades infinitamente peores y de forma mucho más descarada. El que estafa en algo así, estafa en todo lo que puede.
Vender unos datos es algo que se puede hacer de una forma mucho más clandestina que las estafas de las preferentes por poner un caso. Creo que tu afirmación es de una ingenuidad notable pero claro, para no ser un completo paranoico como yo quizás se necesite un nivel de ingenuidad como el tuyo.
Prefiero mil veces mi paranoya a tu ingenuidad.
La tormenta de comentarios sobre este artículo me parecieron más interesantes que el propio artículo. Algunos de ellos incluso comentan como crearon una o más cuentas de correo, exclusivamente para dirigirse a empresas en las que no confiaban y como estas cuentas fueron rápidamente bombardeadas con spam por otras empresas.
En otro comentario alguién se atrevió a esbozar un perfil psicológico de Enrique afirmando de él que «…, un sincero fanatismo optimista por la tecnología que lo lleva muchas veces a la candidez o a hacer eco de campañas de desinformación.»
Habría que intentar explicar esta extraña percepción de alguien como Enrique Dans que indudablemente merece el calificativo de experto en estos temas. Lo que yo creo es que la percepción de todos nosotros viene siempre muy condicionada por nuestras amistades. Estas con frecuencia se convierten en un inadvertido filtro de la realidad y Enrique tiene muchos amigos en el mundo empresarial. Por muy objetivo que intente ser, y así me consta que lo hace, es inevitable que se deje embaucar por esos masivos bombardeos subliminales de información tendenciosa que circulan en los círculos que él frecuenta. Es mi interpretación, para explicar lo que yo humildemente creo son opiniones erradas de Enrique.
En este tema confío mucho más en la opinión de Julian Assange, otro gran experto. Creo que este maneja mucha información sobre diversas formas de espionaje al que estamos sometidos los ciudadanos, y me temo que no son los gobiernos los únicos culpables de los abusos sobre el uso de nuestra información privada.
De hecho, creo que lo que estamos padeciendo no es sino el brutal aumento de la corrupción por el hecho de que los poderes financieros y los poderes políticos están actualmente tan sumamente interconectados, que incluso han llegado a difuminar sus límites con consecuencias tan nocivas como en el caso Bankia.
Creo que en este tema Enrique es bastante ingenuo y Assange bastante paranoico, pero en estos momentos, no ser paranoico con nuestra información personal resulta en mi opinión de una gran ingenuidad.
Esa ingenuidad de Enrique la considero un error grave porque, aunque no sea su intención, esa visión distorsionada de la realidad beneficia a ese 1% omnímodo en perjuicio del 99% que está siendo cada vez más oprimido.
PD (20-05-2013):
Nuestros supuestos representantes cada vez intentan cosas peores para limitar nuestras libertades en el uso de Internet. Todo forma parte de la misma guerra. Una guerra que continúan ganando porque cada vez usan artillería más pesada contra nosotros.
Código Penal Gallardón, criminalizando media Internet para proteger la propiedad intelectual
Por si la denostada Ley Lassalle nos parecía poco, el gobierno sigue adelante con su empeño de criminalizar los enlaces y cualquier dispositivo o software que permita saltarse un sistema anti copia, aunque sea para ejercer nuestro derecho a copia privada, derecho que ya queda enormemente restringido por la Ley Lassalle.
20-05-2013 – Y si la Ley Lassalle actúa por la vía civil, el Código Penal Gallardón, como su propio nombre indica, lo hace por la vía penal, con lo que las consecuencias de verse procesado bajo este son mucho más preocupantes.
Indignado
Estimado Antonio.- A ver que nos puede aportar de que Estados Unidos tiene pinchadas todas las redes de comunicaciones de Europa. Sin ánimo de restar relevancia a su entrada. Estos días resulta paradójico, aparte de vergonzoso, leer las declaraciones de los dirigentes políticos que dicen estar sorprendidos. Pobre Snowden. El imperio norteamericano, amo y señor, sabe todo de lo que le interesa y campa a sus anchas por el mundo impunemente.
Gusto en saludarle.
Antonio Castro
Aumenta la opacidad de todas las instituciones al servicio de los ciudadanos al tiempo que nos arrebatan nuestra intimidad. Snowden sabía muy bien donde se metía y el riesgo que corría. Necesitamos leyes internacionales que defiendan a los defensores de las libertades. Necesitamos una nueva declaración de los derechos humanos. De lo contrario empezaremos a tener cada vez más víctimas entre los defensores de los derechos humanos. Son malos tiempos.
Indignado
Efectivamente. Snowden cumplió con su deber cívico al decirle al mundo lo que su Gobierno imperial está haciendo con la gente, pero es poco probable que produzca algún efecto en la sociedad. Muy poco.
Antonio Castro
Primer efecto: Todo el mundo conoce ahora el detalle de ciertas prácticas anti americanas que el propio EE.UU. ha reprochado a otros países.
Segundo efecto: El gobierno de EE.UU. está muy cabreado y nervioso con este asunto, porque no sabe como justificarlo.
Tercer efecto: Ahora los chinos echan en cara a EE.UU. lo mismo que los americanos les echaron en cara a ellos, creando una tensión internacional que ambos saben debe de resolverse de alguna forma porque, en un mundo globalizado, a ninguno de ellos les interesa la ruptura de las relaciones comerciales que mantienen. Ello beneficiaría comercialmente a la UE en perjuicio de ambos.
Si más personas fueran como este señor, los ciudadanos gobernaríamos el mundo y los gobiernos obedecerían.