Ayer en Madrid un par de manifestaciones se fundieron en una sola para exigir que se sepa la verdad del 11-M y que todos los culpables paguen por ello, caiga quien caiga. Yo estuve con ellos y os ofrezco mi reportaje videográfico.
A nivel personal quisiera sumarme a las demandas ciudadanas para denunciar el manto de silencio en el cuál tanto PP como el PSOE han envuelto el 11-M.
Aún no conocemos la verdad, pero ya conocemos algunas mentiras.
Ni fue ETA, ni fue Alqaeda, ni fue Goma2-ECO, ni fueron los pelanas de Lavapies.
El atentado fue indiscrimidado.
Murieron 192 personas, y hubo unos 2000 heridos.
Eran personas que iniciaban su jornada de trabajo o de estudio.
Eran personas como tú, como yo, como nuestros hijos y como nuestrosa amigos y familiares cercanos.
Los culpables continúan libres, porque la verdad fue ocultada, y la justicia se vio desbordada y abdicó de sus obligaciones.
El riesgo de que las mismas personas que perpetraron el atentado del 11-M cometan otro nuevo, no ha desaparecido, pero eso no preocupa al ministerio del interior, que está retrasando el proceso instruido contra el jefe TEDAX, Juan Jesús Sánchez Manzano. ¿Por qué?
Juan Jesús Sánchez Manzano está acusado de haber destruido masivamente pruebas, y ya admitió haber destruido casi todos los restos del 11-M, por considerarlos «objetos» en lugar de muestras. ¿Puede hacer eso un jefe TEDAX?
Además de estos hechos, está el famoso incidente de la presencia de metenamina tanto en la Goma2-ECO de origen terrorista como en la muestra patrón proporcionada por el Manzano, y cuya explicación más probable es que los explosivos tuvieran el mismo origen. Es decir, Manzano además de destruir prueba masivamente, pudo amañar las pruebas que hacían pensar en Goma2-ECO, pero en el polvo de extintor apareció DNT que no pertenece a la Goma2-ECO. Manzano está siendo interrogado y tiene mucho que explicar. ¿Por qué lo protege Rubalcaba?
¿Por qué Rubalcaba ha retenido durante un año la información que demanda la juez de la sala Nº 43 de Madrid?
¿Por qué ha mentido negando incluso que esta juez le diera un ultimátum de 10 días para que proporcione los datos de 48 agentes para ser interrogados?
¿Por qué dice ahora Rubalcaba, siete años más tarde de los hechos, que «no se puede determinar de forma clara qué funcionarios de Policía se hicieron cargo del traslado de los restos de las explosiones ocurridas en los atentados del 11 de marzo de 2004»?
Si Rubalcaba lo sabe y no lo quiere decir, es un desacato, y si dice la verdad, casi es peor, porque se está cargado el valor probatorio de supuestas pruebas clave que como tales fueron admitidas durante el juicio. ¿Sería admisible cualquiera de ambas cosas?
En cualquier caso, ¿por qué se hacen estas revelaciones que afectan radicalmente a la esencia de toda la instrucción del caso del 11-M, siete años despúes de los hechos, cuatro años después del juicio, y un año después de que la jueza demandara esas informaciones?
La actitud de Rubalcaba es incompatible con una presunción de inocencia, no por que sea culpable de algo que no sabríamos decir qué es exactamente, sino porque ahora cualquiera tiene derecho a sospechar lo peor de una persona que miente en un asunto tan grave.
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