El caso Gürtel huele cada vez peor, y eso es un echo indiscutible, pero ¿Tiene el dinero alguna preferencia ideológica? Yo creo que no. El dinero se arrima siempre al poder y lo corrompe todo en su propio beneficio.
En temas de corrupción soy partidario de la prudencia y del beneficio de la duda. También soy partidario de no hacer generalizaciones peligrosas asumiendo tramas generalizadas, porque también se dan los movimientos no organizados a gran escala sino ocultos, y que se hacen a espaldas de los compañeros de partido, pero en el caso de Rajoy hay que recordar que él quiso poner la mano en el fuego apostando por la honorabilidad de personas concretas y con eso se adquiere una responsabilidad política clara. No para el PP porque eso es ir un paso más lejos que aún no está demostrado, pero sí para Rajoy porque él quiso expresar públicamente su confianza en sus compañeros valencianos y acusar al gobierno de manipular a la justicia en su contra, cosa que tampoco está probada.
Los errores también hay que pagarlos. Entra dentro de lo posible que Rajoy subiera la apuesta personal por sentirse víctima de la justicia, pero una acusación así de grave hay que demostrarla, y en caso contrario mejor no decir absolutamente nada.
A mí me parece que en España ni la fiscalía anticorrupción, ni los jueces están haciendo un buen papel. Los responsables de todo esto no son ni el PP, ni el PSOE. Los responsables son Rajoy y Zapatero. España no se merece a ninguno de los dos. Son lastres para sus respectivos partidos, y mientras quede alguno de los dos en pie no podemos soñar con una normalidad democrática.
Los ciudadanitos de a pie somos demasiado manipulables y lo que hay que hacer es dejar los odios viscerales al margen, y ser muy fríos y cautos. Eso siempre que nos importe la verdad y que todos los culpables paguen por sus delitos.
Corruptos hay muchos, pero me niego a generalizar porque es una trampa que solo conduce al caos. En España hace falta una buena limpia desde hace bastantes años, pero no basta con limpiar la casa del oponente político. La primera casa que cada uno debería limpiar es siempre su propia casa. El juego de echarnos la mierda los unos a los otros es una porquería en la cual los ciudadanos no deberíamos entrar. Es mejor que eso lo hagan los políticos, y que la justicia actúe donde proceda.
El blanqueo de dinero, fraude fiscal, tráfico de influencias, cohecho, falsedad en documento público, revelación de secretos, prevaricación o tráfico de influencias, no pueden continuar saliendo impunes. Esto nos sale carísimo. Luego las crisis, las pagamos los de siempre mientras un montón de gente corrupta de uno y otro signo se forra.
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