El laicismo de Zapatero.

El laicismo de .

Mostrarse laicista para aparentar ser muy distinto del PP, o para ir de progre por la vida y quedarse a medias  es una forma de traicionar el espíritu de libertad religiosa contemplado en nuestra constitución, que para que no quede lugar a dudas está referida expresamente en su artículo 10.2 a la declaración de Declaración Universal de Derechos Humanos.

Art. 10. 2. Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las materias ratificados por España (TITULO I. De los derechos y deberes fundamentales)

En virtud del artículo 10.2 CE la Declaración Universal de Derechos Humanos y el resto de los tratados sobre las mismas materias concluidos por España, serán un parámetro de interpretación de los derechos fundamentales y libertades públicas contenidos en la Constitución.

En la referida Declaración Universal de Derechos Humanos no se ofrece privilegio a ninguna religión sobre otra y mucho menos la posibilidad de estampar tales privilegios con una firma en unos acuerdos con el estado Vaticano vía concordato.

Zapatero reaviva el discurso laicista para ganarse al electorado catalán.
José Luis Rodríguez Zapatero escogió el laicismo y las críticas veladas a la curia vaticana para poner a prueba ayer su nivel de popularidad entre el electorado socialista catalán

No resulta fácil resumir el talante del señor Zapatero pero ya hemos sufrido el paripé en otros temas:

  • Zapatero es un pacifista que hace oídos sordos a los llantos y gritos que suenan en las noches del Aiún.
  • Zapatero es un progresista que ha pulverizado el empleo, y el futuro de los jubilados y ha mandado al paro a familias enteras.
  • Zapatero que se declara socialista, ha vendido los derechos de los cibernautas a la industria de los contenidos protegidos por copyriht.
  • Zapatero aspirante poco menos que a premio Nobel de la paz, ha traicionado a las víctimas del terrorismo.

Después del paripé pacifista, progresista, y socialista, ahora le toca el turno al paripé laicista. Zapatero está empeñado en tomar por tonto a todo el mundo todo el rato.

Me parece ofensivo que España se paguen los gastos de una visita pastoral del papa desde distintas instituciones, se promueva una importante presencia institucional en dichos actos, y ahora ante las elecciones, se quiera presumir de laicismo.

Del PP ya sabíamos que no era laicista. Pero el PSOE se ha limitado a hacer el paripé porque evita entrar en el fondo de la cuestión. Sabe que un laicismo como, Dios manda, o mejor dicho, como es debido, le costaría muchos votos que es lo único que le importa.

A Zapatero se le ha llenado la boca diciendo que el papa no ha de dictar las leyes (sólo faltaría eso), pero mientras en España esté en vigor el concordato, ningún gobierno puede presumir de laicista. Ese concordato establece un Derecho Eclesiástico del Estado Español, que contradice la primera frase del artículo 16.3 de la Constitución: «Ninguna confesión tendrá carácter estatal.»

En la declaración de derechos humanos queda muy claro que las creencias religiosas no merecen una consideración distinta de las creencias no religiosas:

DU 1948, artículo 18: Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.

Se está mezclando la educación con el proselitismo. Concertar un centro religioso equivale a sufragar una creencia con fondos del estado. La imposición de un crucifijo en las escuelas es una barbaridad. Atenta contra la libertad religiosa y contra la libertad de creencias, porque para un ateo, un crucifijo representa la señal de identidad, o logotipo, de una secta fanática.

No es ninguna exageración. Un crucifijo en mi humilde opinión es exactamente lo que acabo de decir y tengo derecho a que nadie use logotipos ideológicos en las escuelas por maravillosos que le parezcan a una mayoría de gente, porque en cuestión de creencias una mayoría no debe imponer sus creencias a los demás.

La religión ha de ser circunscrita al ámbito privado. En los hogares y en los templos, pero nada más, y todo ello sufragado por los propios fieles. No desde el estado.

Sin el derecho a la diferencia se consagraría el pensamiento único que es exactamente lo que persiguen las sectas fanáticas.

La imagen de la ambigüedad en torno al laicismo:

Si Zapatero quiere los votos de los creyentes que lo digan claramente, si quiere los votos de los laicos, que lo diga claramente y en cualquier caso que obre en consecuencia y que no tome por tontos a unos y a otros.

El PSOE está apostando por los votos de los incondicionales de siempre, que están interesados en comprar las banderitas ideológicas y también las mentiras de siempre, pero esta vez las mentiras han traído consecuencias económicas que nadie quería. Cuando nos tocan en ese punto, se ven las cosas de otra forma.

En este momento hay más ganas de castigar al PSOE que de premiar al PP. Yo por suerte no vengo votando a ninguno de los dos partidos y no tengo ese dilema.

Parece que la gente votará al PP esta vez, porque lamentablemente continua convencida de la idea del voto de castigo y del voto útil. En mi modesta opinión vamos de un voto de castigo a otro sin dar oportunidades a los que aún no tuvieron oportunidad de equivocarse y que quizás cometan errores menos malos que los del bipartito PP-PSOE.

Me zumban los oídos de tanta mentira hipócrita de uno y otro lado. Ni el pacifismo, ni el laicismo, ni los derechos de los Internautas, pueden ser defendidos por ninguna parte de este decadente bipartito.

Votar PP o votar PSOE es más de lo mismo.