Confesionalidad encubierta

Confesionalidad encubierta.

Es muy curioso comprobar como la misma frase puede ser interpretada de forma tan diferente dependiendo del punto de vista. Yo como ateo beligerante digo que la sentencia de la Corte Europea sobre los crucifijos, admite el carácter de imagen de marca o logotipo que tiene la cruz para los cristianos.

En otras palabras, es un símbolo religioso que identifica a un determinado credo y no puede ser considerado como una imagen neutral. Representa a una ideología.

Más discutible es esto otro. «no es un adoctrinamiento, sino la expresión de la identidad cultural y religiosa de los países de tradición cristiana». Desde el momento que se hace publicidad de un determinado credo, y se usa para encabezar un aula de educación infantil, ya se está adoctrinando en ese credo.

El Vaticano aplaude la sentencia de la Corte Europea sobre los crucifijos y dice que «hará historia»

Recuerda que la sentencia reconoce que el crucifijo «no es un adoctrinamiento, sino la expresión de la identidad cultural y religiosa de países de tradición cristiana».

El portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, ha declarado que El Vaticano ha acogido «con satisfacción» la sentencia publicada este viernes por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre la presencia de los crucifijos en las aulas.

No se puede  establecer prejuicios entre distintos credos ni hacer distinciones entre ideologías ni entre sus diferentes símbolos. Cada una de las diferentes opciones son iguales de lícitas e ilícitas si cumplen con la legalidad, y ninguna tiene derecho a ser considerada neutral por los que no la comparten.

Si se establece la libertad para usar los crucifijos en las aulas, tendríamos que admitir el uso de símbolos de otras religiones, o ideologías, o incluso símbolos satánicos en las aulas.

Lo contrario sería prejuzgar contra la libertad ideológica y religiosa de las personas. Lo que para unos puede ser bueno, para otros puede ser malo y viceversa.

Tampoco se puede hacer distinciones entre ideologías religiosas y no religiosas porque así se reconoce en la declaración de derechos humanos.

Ningún tribunal humano está capacitado para declarar sobre la neutralidad ideológica de un símbolo. Eso ha de decidirlo cada persona desde su libertad de pensamiento.

De hecho, la cruz roja opera en varios países, pero su símbolo no ha sido admitido en los países islámicos, porque no puede ser un símbolo neutral diga quien lo diga. Por esa razón existe la media luna roja y el cristal rojo como símbolos alternativos.

Hablando de cruces tenemos otra cruz famosa. La cruz gamada. Tampoco es un símbolo neutral. No le recomiendo a nadie acudir a una celebración judía haciendo ostentación de una cruz gamada en el pecho.

En España tuvimos un aguilucho en nuestra bandera, y tampoco es neutral. No representa a España sino al franquismo.

Menos bromas con los símbolos. La contaminación simbólica es un instrumento muy poderoso y más si se aplica a toda una población desde su más tierna infancia.

Por buena que sea la fama de una ideología o de una religión en un determinado tiempo y lugar, una persona tiene todo el derecho a rechazarla. Especialmente cuando el líder de la poderosa secta que la promueve es un encubridor de pederastas.

Entre otras cosas, el catolicismo, es una ideología que concibe la homosexualidad como una oportunidad para llevar una vida de sacrificio, abstinencia y sufrimiento, que según parece, es la que más agrada a un Dios que en su infinito amor tiene esos caprichos de crueldad absurda con sus criaturas.

En el caso de la educación financiada total o parcialmente con dinero público, es totalmente inaceptable que se beneficie a ninguna ideología en concreto por popular que esta sea.

Que una institución educativa financiada íntegramente con dinero privado imponga sus logotipos ideológicos es algo que considero como un derecho a la libertad religiosa, pero si usa dinero público para ello, será el estado el que esté faltando a su neutralidad y por ello está atentando contra la libertad religiosa.

La religión debe permanecer en el ámbito privado de las personas, y el estado debe ser escrupulosamente neutral en todo lo referente a la religión. Por ejemplo, no debe ofrecer casillas en la declaración de la renta para unas religiones pero no da dar ofrecer esa posibilidad a otras religiones o ideologías.

Resulta un debate complicado en nuestro país porque jamás hemos gozado de auténtica libertad ideológica. Lo más parecido a eso es nuestra actual política de confesionalidad encubierta, que continua asociada a un infame concordato, y que concede toda clase de privilegios a la confesión católica.

PD 24 mar 2011:

Hablando de contaminación simbólica, aquí tenemos un ejemplo de recelos entre instituciones con buenas relaciones entre ellas.
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