
Zapatero y Mohamed VI estrechando sus manos.
Digo yo que serán muy amigos Zapatero y Mohamed VI, porque nos ha dejado a todos sorprendidos y abochornados con esa complicidad criminal con ese monarca. Una complicidad de la que está haciendo gala mucho más allá de lo humanamente comprensible.
Y si no se trata de amistad, es infinitamente peor, porque entonces hay que preguntar ¿A qué narices tiene miedo Zapatero?
Mohamed VI y Zapatero, historia de una amistad.
La primera vez que José Luis Rodríguez Zapatero y Mohamed VI se vieron cara a cara fue el 18 de diciembre de 2001 en Rabat. Zapatero viajó al reino alauí como jefe de la oposición y desoyendo las llamadas del Gobierno del Partido Popular, enredado en una importante crisis con Rabat, que había retirado a su embajador y que meses después, en julio, ocuparía el islote Perejil la víspera de la celebración de la boda del monarca.
Zapatero fue recibido por Mohamed VI en el Palacio Real, donde ambos fueron fotografiados conversando delante de un mapa en el que, evidentemente, el Sahara Occidental, aparecía como parte del reino.
Parece que la oportunidad de abofetear al PP era entonces más importante que la integridad territorial de España.
Ahora Rubalcaba recibirá al ministro marroquí de Interior en plena crisis del Sáhara, pero no haber abierto la boca y no haber denunciado públicamente la violación de los derechos humanos cometida por ese «amigo del alma», es repugnante, y sean los que sean los posibles inconvenientes, resulta un acto de una cobardía incalificable.
Su «amigo del alma» ha emprendido una limpieza étnica contra aquellos que llevan la vestimenta tradicional saharaui, y ha impedido el acceso a todos los periodista extranjeros a la zona, para ocultar la magnitud del genocidio.
Parece probable que la rapidez y la contundente condena de España habrían salvado algunas vidas. Por contra Marruecos está aplastando al pueblo saharahui con el tácito beneplácito de un gobierno español que ahora, ante las recientes reacciones de escándalo y bochorno de toda España, empieza a preocuparse por las consecuencias electorales, y quiere reunirse con el ministro marroquí del Interior. Si es para decirle cuatro cosas las queremos oír todos. Si es para dedicarles alguna conversación amable que lo haga público igualmente.
Rubalcaba recibe al ministro marroquí del Interior en plena crisis del Sáhara
El PP dice que el Gobierno debería «condenar sin paliativos la persecución» a los derechos humanos en la región.«Que el Gobierno no condene las violaciones de los derechos humanos ahora mismo en el Sáhara y reciba mañana al ministro responsable de la Policía que, supuestamente, está violando los derechos humanos en el Sáhara, es de una falta de sentimientos tal que hace pensar que este Gobierno ha perdido completamente la sensibilidad», ha recalcado.
Yo comprendo que en 2001 existía una razón, aunque fuera indecente, para esa amistad con el monarca alauita, que no era otra que acceder al poder a costa de lo que sea, pero nadie entiende que clase de vínculo une ahora a Zapatero con este «amigo del alma» (que siempre tuvo más de enemigo de España que de buen vecino), hasta el punto de hacerse cómplice por inacción de un genocidio.
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