Así se describe los comportamientos de homosexsualidad, sexo oral, sexo anal, zoofilia, entre otros en una antigua ley del Código Penal Indio, de origen colonial inglés y cristiano, (de 1860) aún vigente, que castigaba esos comportamientos con penas que variaban desde los 10 años a la perpetuidad.
El 2 de julio de 2009 en un fallo sorprendente, la Corte Suprema de Nueva Delhi derogó la sección del Código Penal que consideraba ilegal a todo acto homosexual. Según la Corte, las relaciones homosexuales consentidas entre dos adultos ya no pueden ser consideradas ilegales en la India.
Ciñéndonos al interesante concepto que se deseaba proteger, tendríamos que incluir el uso de preservativos. La iglesia católica y líderes musulmanes se oponen a que la India despenalice la homosexualidad.
Se trata de una violación de derechos humanos que establece lo que es correcto y lo que no en base a algo tan insostenible como la consideración de actos contra natura en los actos sexuales que no tienen una utilidad reproductiva. ¿Todo acto sexual tiene que tener utilidad reproductiva? ¿Entonces todos esos hipócritas con sotana que seguramente se la cascan en privado son pecadores?
La religión ofrece sobre el sexo la idea de que es algo sucio que solo es justificable si se usa para procrear, pero es que ni con esas, porque a la madre de Jesús hubo que inventarla una virginidad para librarla de esa suciedad que se consiente a las madres normales.
Hace muchos años, poco antes de la muerte de Franco, mi hermana estudiaba medicina y me contó que un médico que daba una asignatura, que quizás fuera de ética médica, o de medicinal legal, o algo así, explicaba a sus alumnos la forma de tomar muestras de semen. Había que hacerlo usando un preservativo agujereado (el agujero es esencial para que no fuera un acto contra natura) e invitar a la pareja a que practicaran el coito en una salita. Solo así se consideraba moralmente aceptable.
En todo esto existe el concepto de contra natura, perversión, o parafilia. Son cosas que sabemos lo que significan pero no la unanimidad sobre lo que es reprobable y lo que no es algo casi imposible.
La noción de perversión o la consideración de un acto como parafílico tiene que ver con el nivel de aceptación social. hay todo tipo de conductas dentro de una amplísima gama de aceptabilidad social que va variándo con el tiempo y evolucionando con la cultura.
Ninguna práctica sexual por aberrante que parezca y que busca algún tipo de satisfacción sexual debería ser penalizada salvo que resulte lesiva para alguien. Violación, sadismo, masoquismo, pederastia, son conductas lesivas y por tanto punibles, pero hay otras muchas que no lo son. Ofender y dañar son cosas distintas.
Todos hemos oído hablar de ciertas prácticas que nosotros jamás haríamos, incluso tenemos derecho a pensar sobre algunas de ellas que la gente que las practica no debe de estar muy bien de la cabeza, pero a mí tampoco me gusta comer insectos vivos que en algunas culturas son consideradas un manjar, y no se me pasa por la cabeza considerarlo punible.
Creo que hay que saber distinguir entre lo que nos repugna y lo que debe ser penalizado. Son cosas muy distintas.
Por una parte, el estado no está para educar a los adultos, ni para imponer una forma de moral o de ideología mediante sanciones, sino para garantizar nuestros derechos y libertades. El resto depende de cada uno. Por otra la iglesia no está para decir al estado lo que debe castigar y lo que no.
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