Primero citaré a Enrique Dans:
https://www.enriquedans.com/2017/11/y-el-coche-autonomo-llego-en-2017.htmlLo siento, me equivoqué. Durante bastante tiempo predije de manera insistente en artículos, clases y conferencias que el horizonte para la llegada de vehículos de conducción autónoma podía estimarse en torno al año 2020. Y no, no ha sido así. Esta semana, concretamente el día 7 de noviembre de 2017, Waymo ha anunciado que los vehículos de conducción completamente autónoma, sin conductor humano tras el volante, ya están disponibles para pruebas en condiciones reales de tráfico, en calles y carreteras reales, en Phoenix, Arizona, para aquellos que quieran aplicar como voluntarios a su early rider program. Es lo que podemos considerar un auténtico momento histórico.
Ahora cito una noticia publicada en Microsiervos sin ánimo de generalizar, pero si para reflexionar sobre ello.
http://www.microsiervos.com/archivo/coches/primera-lanzadera-autonoma-pega-primer-trayecto.htmlLa primera lanzadera autónoma en entrar en servicio circulando entre el tráfico real —una línea circular en el centro de Las Vegas— no ha llegado muy lejos: apenas una hora después de haber comenzado a operar el vehículo autónomo ha colisionado levemente contra un camión.
Creo que Enrique una vez más exagera (es un auténtico fan de las novedades tecnológicas). Le gusta festejar antes de tiempo y por todo lo alto logros tecnológicos anticipados por él. Como mínimo antes de hacer esa afirmación debería haber esperado para ver lo que resulta de esa prueba en la cual los voluntarios están aceptando un riesgo a cambio de colaborar con un ejercicio de pruebas gratuitas.
ya están disponibles para pruebas en condiciones reales de tráfico, en calles y carreteras reales, en Phoenix, Arizona, para aquellos que quieran aplicar como voluntarios a su early rider program.
Si esa experiencia fuera totalmente satisfactoria y sus resultados fueran totalmente extrapolables a condiciones de tráfico de cualquier otro lugar, la conducción autónoma sería una realidad y empezaría a utilizarse de forma generalizada. Solo entonces podríamos afirmar que es un éxito.
Mi postura es que si bien los avances en sensores y en inteligencia artificial son espectaculares y la estadísticas arrojan resultados prometedores, creo que la conducción autónoma tardará aún bastante en hacerse realidad. No veo ninguna necesidad de afirmar que ya es una realidad cuando lo que puede ver cualquier persona que se asoma para ver el tráfico de cualquier ciudad son conductores al volante de sus vehículos.
Hay muchos proyectos experimentales que en parte funcionan razonablemente bien porque el volumen por diversos motivos. En primer lugar, el volumen de conducción autónoma es pequeño y la velocidad usada en esos vehículo para circular suele ser sensiblemente inferior a la normal.
Creo que la futura convivencia entre autómatas que respetan todas las normas y personas que tienen su propia opinión sobre las normas, no será un modelo sencillo de implementar. La picaresca, la imprudencia, las prisas, la agresividad, consumo de drogas, y muchos factores netamente humanos que no son fáciles de modelizar y las respuestas ante situaciones imprevistas poco habituales, y tampoco son fáciles de implementar con la IA. Un conductor humano puede predecir ciertos riesgos viendo el tipo de conducción de otros conductores que por diferentes razones, ponen en riesgo a los demás.
Yo reconozco que existen avances espectaculares en la conducción autónoma, pero afirmar que ya es una realidad, creo que dista mucho de ser cierto. Podemos dejarlo en una diferencia de criterios y el mío es que (por poner un ejemplo) cuando el Sr. Enrique Dans viaje desde Madrid a Valencia, solo, en un tiempo equiparable al de un conductor humano, y totalmente dormido en su propio coche autónomo, entonces admitiré que la conducción autónoma sera una realidad. De momento, ni siquiera me consta que Enrique use un coche de ese tipo.
PD (26-marzo-2018):
Miren ahora lo que dice Enrique Dans: Precauciones, accidentes y responsabilidades
Cuando alguien muere por culpa de un robot que supuestamente tiene implementada la lnteligencia Artificial, las cosas se ven de otra forma. Espero que Enrique cambie radicalmente su postura sobre lo que yo llamo estupidez artificial. Las empresas tienen mucha prisa y el Sr. Enrique Dans se traga todas las promesas de la propaganda de la industria tecnológica como si fueran la biblia. Él como influencer también tiene responsabilidades. Sr. EDans, hay que ser más crítico, más desconfiado, más responsable, menos fan. La tecnología se convierte en un problema cuando se intenta hacer de ella una especie de religión y una panacea.