La ciencia cada vez penetra más en los misterios trascendentes de nuestra propia existencia ofreciendo algunas respuestas parciales que han cambiado profundamente nuestra idea acerca del universo y del ser humano.
Respuestas que dejaban en mal lugar a ese ser tan especial hecho nada menos que a imagen y semejanza del mismísimo Dios y que resultó no tener nada de especial ni de estar en el centro de un universo que antes se pensaba fue creado poco menos para él. La ciencia ha dejado al Génesisreducido a un montón de afirmaciones que antes eran consideradas revelaciones divinas y ahora se consideran alegorías, pero una alegoría se entiende que debería ser una ficción en virtud de la cual algo representa o significa otra cosa diferente. La cuestión es que ni siquiera se molestan en buscar un sentido a ese supuesto significado oculto, porque simplemente no hay ningún significado oculto. Por lo tanto no son revelaciones ni alegorías, son simplemente falsedades que antes podían colar y ahora no. Veamos como creo Dios el mundo en siete Días.
El primer día: Hizo la Luz, y también estableció la noche y el día, y puso las estrellas.
El segundo día: Hizo el cielo y el mar. El cielo se describe como una bóveda que separa el agua de arriba del agua de abajo. Luego separa las aguas de abajo dejando una parte seca que es la tierra.
El tercero hizo los árboles.
El cuarto hizo el Sol y la Luna.
Queda claro que cada día de la creación son 24 horas porque para eso crea Dios el primer día el ciclo día noche y por eso se refiere a las mañanas de un día y a las tardes de otro día, etc. La cronología se establece en días.
«Dios Llamó a la Bóveda Cielos. Y fue la tarde y fue la mañana del segundo Día.»
«Y fue la tarde y fue la mañana del tercer Día.»
«Y fue la tarde y fue la mañana del cuarto Día.»
«Y fue la tarde y fue la mañana del quinto Día.»
«Dios vio todo lo que Había hecho, y he Aquí que era muy bueno. Y fue la tarde y fue la mañana del sexto Día.»
«El séptimo Día Dios Había terminado la obra que hizo, y Reposó en el séptimo Día de toda la obra que Había hecho.»
Para que no quedaran dudas de lo que es un día y lo que no, concluye diciendo:
«Por eso Dios bendijo y Santificó el séptimo Día, porque en él Reposó de toda su obra de Creación que Dios Había hecho.»
Por esa razón la semana tiene siete días y el séptimo se santifica, no se trabaja y se dedica a Dios. La semana de siete días está basada en el Génesis.
Ahora esas cosas ya no cuelan y dicen que es alegórico. ¿Alegórico de qué? ¿Acaso durante miles de años no se creyó literalmente en las palabras del Génesis? ¿Ya se nos ha olvidado ese detallito? ¿Acaso antes no era una alegoría y ahora sí? ¿Acaso solo ahora se sabe que es una alegoría y antes no? Lo único que ha cambiado es la evidencia científica sobre estos temas que ha dejado en burda patraña a todo el Génesis. Incluso aunque intentáramos justificar que un día no es un día sino un periodo de tiempo mayor y prescindiendo del detalle patético de la bóveda celeste, fijémonos en tres elementos, luz, árboles y Sol. ¿Tiene algún sentido alegórico decir que primero se hace la luz, luego los árboles y luego el sol? ¿Cuál?
Génesis 1:31 “y vio dios todo lo que había hecho y vio que era bueno en gran manera”, Génesis 6:6 “y arrepintiose Jehová de haber hecho al hombre en la tierra y pésole en su corazón”. O sea que Dios todo poderoso no estuvo inspirado el día que creó al hombre.
La Biblia no existió sino hasta el siglo IV después de Cristo, cuando el concilio de Trento tras 10 años de discusiones. Aprobó la Vulgata como tla versión oficial de la Biblia. La Vulgata es una traducción de la Biblia al latín vulgar, realizada a principios del siglo V por San Jerónimo, por encargo del papa Dámaso I en 382. San Jerónimo tradujo por primera vez directamente del hebreo al latín todo el Antiguo Testamento.
El caso es que la biblia originalmente era un conjunto de más de 500 manuscritos. Finalmente, algunos fueron incluidos en la biblia y otros no. Unos adquirieron la categoría de sagrados, y otros la de apócrifos. Dada la ignorancia de la época, el Génesis fue uno de los elegidos, pero seguramente si aquel proceso de selección de textos se hubiera hecho ahora el pontífice de turno habría evitado incluir un escrito con burradas insostenibles a la luz de la actual ciencia. Se asume que aquella elección de textos fue la correcta de la misma forma que se asume la infalibilidad del papa. Es decir, que lo que diga la iglesia va a misa y palabra de Dios te alabamos señor amen.
La biblia fue por tanto un compendio de textos escritos primero en hebreo, arameo y griego durante un dilatado periodo de tiempo y después reunidos para formar el Tanaj (Antiguo Testamento para los cristianos) y luego el Nuevo Testamento. Ambos testamentos forman la Biblia cristiana. En sí, la Biblia fue escrita a lo largo de aproximadamente 1000 años (900 a. C. – 100 d. C.). Los textos más antiguos se encuentran en el Libro de los Jueces («Canto de Débora») y en las denominadas fuentes «E» y «J» de la Torá o Pentateuco, que son datadas en la época de los dos reinos (siglos X a VIII a. C.).
Dios exige que se crea en él como algo importante y decisivo, pero el hombre lleva en el planeta tierra millones de años. ¿Porqué esperó Dios tantísimo en darse a conocer y reclamar que creyéramos en él?
¿Son inofensivas las mentiras del génesis?
Estoy radicalmente en contra del uso de las escrituras o de los prejuicios religiosos para atacar a la ciencia. Uno de los ataques más recientes se ha producido una revista creacionista.
Me refiero a un pretendido trabajo de investigación, que en realidad se limita a recoger los datos publicados en Geology por Ezquerra et al. (2007) sobre las huellas fósiles de un terópodo nadando a contracorriente en el yacimiento de la Virgen del Campo (Enciso, La Rioja). Este pretendido trabajo de investigación, basándose en el descubrimiento de esas huellas, ha publicado una sorprendente conclusión en una revista creacionista (Journal of Creation, defensora a ultranza de la magufada del Creacionismo Inteligente) que un rastro de marcas de garras fosilizadas encontradas en el Norte de España (La Rioja). La conclusión según los autores de este seudoestudio, es que las huellas revelan la desesperación de animales que luchan para evitar el ahogamiento en la Inundación del Génesis.
http://elvinosaurio.blogspot.com/2009/01/el-caballo-de-santiago-muri-ahogado.html
¿Pero no decían que el Génesis es pura alegoría? Lo mismo les daría defender que el Génesis es puramente alegórico, que afirmar más tarde que son revelaciones cosmológicas del mismísimo Dios. Usarán el argumento que más convenga en cada momento porque la verdad les importa un pimiento. Ahora va a resultar que los creyentes deben de creer a un tipo de ciencia que solo ellos hacen. En realidad temen a la ciencia como si la ciencia fuera una destructora de la fe. Desde aquí les digo a todos ellos …
No temáis a la ciencia, lo único que destruye la fe, es el deseo sincero de alcanzar la verdad. (Antonio Castro)
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