
Libro electrónico vs. libro en papel.
Descripción de un panorama complicado:
Como escritor autoeditor, necesito saber como dar salida a mi obra y no lo tengo claro. Continuo en la parálisis del análisis.
En cualquier caso he de reconocer que los motivos para mis paranoias y para mi parálisis, se van confirmando. Parece claro que el negocio editorial se va a complicar y mucho en breve. Ya ocurrió con la música y el cine. La constatación de ciertos hechos apunta a que poco a poco le está llegando el turno a la literatura.
Antes de dar paso a la referencia siguiente, aclaro que como Internauta he preferido no usar para el título de este Post el término copia privada en lugar de piratería». Soy contrario a equiparar copia privada sin ánimo de lucro con la piratería, y creo que hacer un mal uso del lenguaje favorece una situación que puede derivar en un problema social. Se está recurriendo a combatir un delito inexistente mediante medidas que van en contra de nuestras libertades en Internet con acusaciones generalizadas de piratería a toda la ciudadanía. No debemos caer en las trampas del lenguaje que otros tienden de forma interesada. Por lo demás el artículo me ha parecido muy interesante.
Véase: Preparaos: llega la piratería masiva de libros electrónicos
Los lectores de libros electrónicos están cuajando al fin en el mercado -y eso que llevan unos añitos disponibles- y parece haberse cumplido al fin aquello de la revolución silenciosa de la que hablé hace tiempo. El detonante, curiosamente, no ha sido un lector puro de libros electrónicos, sino el iPad, que ha puesto de moda este concepto y ha hecho que Amazon lance un Kindle 3 irresistible para los aficionados a la lectura que no necesitan nada más.
Esa revolución está ahora completa: la venta de libros electrónicos está siendo espectacular -lo demuestran las últimas cifras de Amazon- y aunque no es probable que el e-book acabe matando al libro tradicional, sí que se situará como un mercado paralelo muy importante. De hecho, no creo que llegue a pasar lo que ocurre con la industria del cine o la música, porque el papel tira. Y mucho.
Aún así, ese éxito de los libros electrónicos tiene una consecuencia inevitable: la aparición de un mercado negro con una oferta de libros electrónicos pirata que probablemente solo estamos comenzando a vislumbrar.
Formato electrónico vs. papel:
La gente en los comentarios del sitio anterior admite haberse descargado bastantes libros mientras que las compras son reducidas. Es algo que habrá que aceptar como normal, porque el formato de libro electrónico por más que se quiera proteger llevará aparejado el fenómeno de la copia privada.
A la pregunta planteada en mi titular, algún editor dirá que es una pena que el libro electrónico llegue imparable complicándolo todo, pero es lo que hay.
En mi humilde opinión, el papel no va a desaparecer nunca, ni va a pegarse un batacazo de buenas a primeras, pero yo me temo que empieza cierta decadencia que afectará probablemente de forma más importante a los libros de tiradas cortas y autores poco conocidos que probablemente se decanten por el formato electrónico.
En el caso de la música y del cine, la compra de CDs y DVDs ha quedado casi relegada a un papel de coleccionismo. Es decir, la gente que ya admira a un autor o a una obra, quiere poseer algo físico, y no sólo un archivo en el ordenador. En el caso del libro en papel creo que son objetos con un encanto especial muy superior al de un disco CD o DVD, y eso es un punto importante a favor del papel.
El libro electrónico en la autoedición:
Para los que tenemos una obra finalizada pendiente de publicar, la encrucijada actual supone un rompecabezas, más que nada porque estábamos acostumbrados a un panorama donde la venta de un único ejemplar dejaba un residual que ahora deberá ser menor. Los precios de venta de los libros electrónicos deberán estar muy por debajo del precio de un libro en papel para desincentivar la copia privada. Eso trastoca todo bastante, porque mucha gente descargará muchas obras completas y no siempre las leerá.
En el caso de un autoeditor dar el salto al formato electrónico, cambia completamente el tipo de distribución y el marketing. Por una parte abarata costos y simplifica el proceso, pero no deja de ser un salto a ciegas. Un salto que tarde o temprano sabemos que tendremos que dar y ahora mismo no vemos claramente donde vamos a aterrizar con riesgo de torcernos un tobillo.
Los autoeditores estamos ante una mezcla de nuevas oportunidades y nuevas trampas. Hay muchas fórmulas distintas para dar el salto al formato electrónico, pero ceder derechos para que alguien distribuya una obra en formato electrónico es algo en mi opinión muy delicado. A mí me da mucho reparo hacerlo, me parece que conlleva una pérdida de control excesiva.
Soy consciente de que pese a mis paranoias, esa forma de ceder derechos se está haciendo muy popular, pero hay mucho buitre al acecho. Yo sinceramente antes que hacer esto me plantearía editar bajo copyleft en plan autosuficiente. Copyleft no significa gratis, aunque estás permitiendo que la gente lo descargue por poco dinero y luego lo pueda redistribuir gratis con algunas restricciones.
Internet como aliado del autoeditor:
Una de las alternativas posibles podría ser montar una tienda virtual propia para ofrecer tus propias obras, pero en ese caso la visibilidad de la obra dependerá de la visibilidad del sitio que la ofrezca, y además entramos en la complicación de gestionar un negocio minorista de cara al público.
A la hora de evaluar la visibilidad de sitios como Amazón debes tener en cuenta la relación del número de visitas que reciben en relación con el enorme catálogo de obras entre las cuales figurará la tuya. Por ello montar tu propio sitio y trabajar en él puede no ser pese a todo una mala opción. Entre otras cosas no son opciones excluyentes y la sinergia al usar distintas opciones de distribución pueden hacer que el resultado sea superior a la suma de las fórmulas individualmente consideradas.
Si decides combinar varias opciones junto con alguna oferta directa desde tu sitio, sería bueno incluir en tu sitio alguna ventaja adicional a tus clientes.
Tener un buen Blog, y trabajar en la propia visibilidad en Internet me parece en este momento, un asunto importante que puede ayudar mucho a un escritor autoeditor a la hora de distribuir sus obras.
Conseguir eso no es algo trivial. La competencia por captar la atención en la red es tan exigente que resulta complicado dedicarse simultáneamente a eso y a escribir libros. En cualquier caso, hay gente que lo está haciendo compaginando ambas cosas bastante bien.
Para finalizar:
El potencial a largo plazo de las distintas fórmulas, de distribución es algo que me resulta muy complicado de evaluar, y para mí el peligro de un enfoque cortoplacista creo que puede poner en riesgo la rentabilidad de una obra a más largo plazo.
Como veis, aún no he salido de mi parálisis del análisis para publicar en formato electrónico, pero continúo escribiendo que es lo importante.
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